Iberdrola vs Alfa Microgés

Remontando un 2-0 en contra en los últimos diez minutos de encuentro, los blancos consiguieron el pase a semifinales con mucho sufrimiento. Iberdrola que fue mejor sobre el césped no vio recompensado el gran despliegue y quedó apeado de la competición en el último suspiro.

En el fútbol no hay victorias injustas ya que el ganador sin duda hizo un gran esfuerzo por conseguir esa meta. Pero anoche mientras Alfa Microges tuvo el premio de la clasificación gracias a diez minutos inspirados de todo el equipo, el fútbol quedó en deuda con Iberdrola que hizo todo bien sobre el césped, pero se marchó a casa con el sabor agridulce de una derrota que escoció sin duda por el modo en que se produjo.

Empezando por el principio sin duda se percibió que el partido iba a ser intenso y de pierna dura. Los dos equipos salieron más preocupados de no conceder que de crear peligro a su rival. Esa tarea la encomendaban a la iluminación de Josué Esteban por un lado y de Javier Barral por otro. Comenzó más eléctrico el primero, haciendo daño por banda y sacando faltas peligrosas en las inmediaciones del área de un Jorge Abad que se mostraba algo impreciso con los guantes. Con Barral maniatado en el lado visitante era Jaime Lara el que lo intentaba con un disparo lejano al que Javier Álvarez respondía con mucha solvencia. Una internada por banda derecha de Josué Esteban desataba la polémica al recibir una entrada en el área que podría haber significado penalti, el colegiado del encuentro no lo estimó y el partido continuó por el camino trabado que llevaba.

El balón parado parecía una alternativa a tener en cuenta a tenor de cómo estaba el juego, ahí se impuso Iberdrola ganando su primera guerra de guerrillas, cada balón aéreo era un suplicio para la defensa visitante, Arranz, Azorín y Outeriño las ganaban todas y ponían en jaque la puerta de Alfa Microges. Era precisamente este último el que estrellaba el balón en el palo a cinco para el descanso. Iberdrola iba ganando a los puntos a su rival que no conseguía superar la presión que ejercían sus rivales en todo el campo. Adrián Pardo cada vez aparecía con más peligro asociándose con Esteban o buscando lanzamientos lejanos pero el tanto no llegaba. Ciando parecía que nos íbamos a vestuarios con las tablas, en la última jugada del primer periodo un balón aéreo era cabeceado en el área por Javier Azorín, el esférico se estampaba en el travesaño, pero su rebote se introducía sorprendentemente en la portería mandando con justicia en ventaja a Iberdrola al descanso.

La reanudación nos devolvió un Alfa Microges necesitado, subieron cinco metros las líneas y empezaron a circular con mayor fluidez el balón, Mario Abad se erigía motor de los suyos dirigiendo las operaciones desde el centro de la defensa. El equipo empezó a funcionar, Jaraba y Soriano se hacían fuertes en las bandas y Jaime Lara aparecía con más asiduidad. Dentro de este engranaje faltaba un Javier Barral que estaba siendo secado por los defensores verdes, pero la aparición de Antonio Romero y especialmente de Alberto García Osa originaba las primeras ocasiones claras para los blancos. Precisamente Alberto dispondría de dos clarísimas tras recibir en la frontal un centro lateral de Barral y al recoger un rechace a un disparo de Gonzalo Soriano, pero sus disparos se iban a las nubes. El 11 no anotaba, pero encendía la mecha de la fe de los visitantes.

Una fe que resultó inquebrantable a pesar de un nuevo tanto encajado minutos después, Adrián Pardo recibía un gran balón de Abelardo Hernández a la espalda de Soriano y de primeras cruzaba ante la salida de Jorge Abad. El tanto parecía decisivo sobre todo cuando las siguientes ocasiones caían del lado energético al aprovechar el ataque desesperado de Alfa Microges, pero una gran intervención de Abad en el mano a mano con Pardo y la ayuda del palo ante un remate de Azorín, no daban la sentencia a los blancos.

Alfa seguía vivo y Barral se liberaba de sus vigilantes para estrellar el balón en la cruceta. A Iberdrola le temblaron las piernas y un minuto después encajaba el primer tanto blanco en una gran maniobra por la derecha de Víctor Jaraba que la ponía en la mismísima escuadra imposible para Álvarez. El marcador se comprimía, más si cabe cuando Antonio Romero empalmaba un balón en la frontal y lo mandaba directo al fondo de las mallas poniendo el empate. Qué pena que el delantero nos pueda mostrar su calidad con cuentagotas debido a las lesiones. El partido se nos marchaba a penaltis, pero una acción de pillo de Javier Barral provocaba un penalti que él mismo se encargaba de transformar. Era el desenlace del duelo que castigaba duramente a Iberdrola que dispuso aún así de la última con un gran disparo de Eduardo Jiménez pero Jorge Abad con una gran estirada impedía el tanto y confirmaba la victoria de los visitantes sobre la bocina.