J4 – Air Nostrum vs BBVA

Una estelar actuación del delantero, secundada por un completo nivel coral de su equipo, liquidó a un inofensivo en ataque y suma de esta forma su primera victoria en el Torneo Clausura.

David Molina dictó sentencia ante Air Nostrum. Una actuación de gigante del delantero de BBVA propulsó a su equipo, que pega un salto de gigante en la tabla y se coloca en el vagón de cabeza entre los cuatro primeros, estrenando su casillero de victorias de forma brillante. Exuberante físicamente y con el colmillo afilado, Molina descosió al conjunto local con una actuación matrícula de honor. Dominó los tiempos y el escenario y se echó el equipo a la espalda ante una defensa de barro participando en cuatro de los cinco goles de su equipo. Levantó el telón al encuentro regalando el primero con su rival solo de cuerpo presente. Bajó un balón con nieve y vio por el retrovisor la llegada en vuelo Andrés Rondán, que superó la salida del portero con un leve toque de puntera.

Con BBVA dominando el balón y las ocasiones de forma categórica, Fernando Ruiz pudo hacer el segundo con un mano a mano fallido. Air Nostrum se encontraba a merced, impávido e impotente ante la exuberancia de su rival. Aumentó distancias David Molina, desarrollando la parte estelar de su show con dos tantos. César Mateos vio su desmarque en ruptura y superó al portero rival con maestría para hacer el segundo. En el tercero, su segundo particular, rebosó de talento con una jugada maradoniana con introducción en campo propio, nudo en el contrario con una imponente cabalgada sorteando rivales y desenlace en el área rival con un toque de interior para sortear la salida del meta.

La entrada en el choque de Roberto Barroso mejoró a Air Nostrum. Su buena zurda e inteligencia sobre el campo dio sentido al juego y permitió estirarse a su equipo y pisar campo rival. Él mismo se encargó de generar de la nada el único tanto de su conjunto. Tras una doble ocasión de Daniel Barquín y Pablo Befán, sirvió a este último un pase preciso a la espalda de la defensa para que Befán definiera con una buen volea al palo largo sin dejarla caer.

La contienda parecía equilibrarse al descanso, pero apareció de nuevo Molina para aniquilar cualquier hilo de esperanza de remontada de su rival. Esta vez dando constancia de su fiabilidad desde el punto de penalti al transformarlo con éxito y frialdad al centro de la portería. El choque entró entonces en barrena, con BBVA dominando y tomando las pulsaciones al partido desde el balón. Casi sin querer llegó la manita, obra de Mario Hernández tras marcar de libre directo por debajo de la barrera. Incluso pudieron ser más si Sanabria hubiera acertado en el mano a mano en la última acción del partido.