J2 – Leyton vs Minsait

Primera victoria de la temporada para Leyton, que apabulló en fútbol y en ocasiones con tremenda suficiencia a un rival a merced. Marc Vila allanó el camino en la primera parte y Álvaro Palacios, Víctor Artime y Abel Fernández sentenciaron. Carlos Borreguero hizo el del honor para los blancos.

Una cascada de fútbol ahogó a Minsait. Aturdido y rebozado por esa ola de verano que te pilla desprevenido en la playa y te hace tragar arena, el conjunto blanco se vio superado por la marea alta generada por la tormenta futbolística de Leyton, con Víctor Artime y Marc Vila como brazos ejecutores en la primera exitosa victoria en este Torneo Apertura. Incluso pudo ser peor para Minsait, que espabiló cuando ya no era hora y cuando todo había quedado en marejadilla.

Prácticamente al silbato del árbitro, Leyton, sin medias tintas y sin prolegómenos, sin tantear a su rival, se lanzó al cuello. Dos zarpazos lejanos, primero Ferrán Arumi, y posteriormente Víctor Artime, que golpeó la madera y campó a sus anchas ante la permisividad de la defensa rival, pondrían de manifiesto el excelso grado de agitación y la voracidad de su rival, cuya ambición por la victoria alcanzó cotas máximas.

Marc Vila, haciendo volar a Sergio Abad, prosiguió con el bombardeo de larga distancia. La estrechez del marcador, visto lo visto en el choque, se la debe en gran medida Minsait a su portero, al que sujetó el choque demasiado tiempo con intervenciones de mérito. Cuando empezaba a encontrarse sobrepasado, con su equipo tambaleándose en el alambre, Marc Vila asestó el primer bocado remachando un balón que había quedado muerto en el segundo palo a la salida de un córner.

Ya sea por el gol encajado o por otras causas, Minsait corrigió la falta de intensidad en defensa y ganó la confianza necesaria en sí mismo para erguirse y dar un paso adelante. Empezó a estirarse con un golpeo lejano de Enrique Pérez, que se echó el equipo a la espalda, y que a punto estuvo de sorprender al portero de Leyton, convertido en mero espectador hasta ese momento y frío por la inactividad. Otro centro chut suyo mandaría el partido al ‘stand by’ más cerca del empate que de la goleada, el boceto que había dibujado la esencia del choque.

Preguntándose qué había hecho mal para no haber liquidado la faena, saltó decidido Leyton a dar la dentellada final cuanto antes. Y vaya si lo consiguió. Dio un giro de tuerca más si cabe a la acometida, convertida en vendaval. El segundo, anotado por Álvaro Palacios con un disparo desde la frontal pegado al palo, allanó el camino. Antes de eso, Víctor Artiles había vuelto a dar pinceladas de arte con su zurda. El cuadro lo pintaría con una bonita rosca al palo largo para hacer el 0-3, donde dobló la rodilla Minsait, ya entregado al azar del choque. Sin embargo, liberado de toda cadena, y aprovechando la laxitud de un sprint sin ‘chicha’, se encontró con el tanto del honor, con la firma de Carlos Borreguero con un buen golpeo dentro del área.

Decidió entonces sedar el partido defendiéndose con balón Leyton, consciente de que un gol rival podría encender los últimos minutos de un choque que apuntaba a la intrascendencia. Y precisamente a ello lo abocó hasta el final, únicamente agitado por otro tanto más del bloque naranja, con Abel Fernández de protagonista al mandar a la red un balón largo con el interior tras un exquisito control que pondría el broche a la victoria visitante.