Robert Walters Group vs PWC

Los dos conjuntos dieron la talla en un duelo de semifinales en el que se repartieron los momentos de buen fútbol y en el que no faltaron los goles. Cuando parecía que todo estaba decidido, el encuentro estuvo cerca de marcharse a los penaltis, pero finalmente, se saldó con 4-5 en el luminoso.

La Europa League de Consultoría y RRHH llegaba a su fase además emocionante. La jornada de este jueves deparaba un duelo entre dos conjuntos que llegaban con la motivación de estar a tan sólo 50 minutos de jugar la final sectorial. Robert Walters Group había accedido a las semifinales tras eliminar a PWC Deals. Por su parte, PWC había tenido un frenético duelo de cuartos en el que salió victorioso (4-3), frente a Andersen.

A las 22.00 el colegiado daba la señal para que rodara la pelota en Rupe Sahagún y pronto se veía la intensidad que iba a tener el juego. Tras varios compases de asentarse en el verde y sin un dueño claro, los locales parecían encontrar más fluidez y llegaban los primeros acercamientos. Uno de las más claros fue en el 9’. Pedro Ramos se orientó el cuero en la frontal, disparó raso y se topó con una gran mano de Juan Atanes. Los verdes se sentían cada vez más cómodos con el balón y metían a su rival en su campo. De este modo, llegó el primero. Jaime Magdaleno controló en el área una pelota que venía de un centro lateral y, tras girarse, definió con un toque de puntera.

El dominio, ahora sí, se plasmaba en el césped y en el electrónico. No obstante, un error de salida lo cambió todo. Una recuperación en tres cuartos terminó con Armando Marsal definiendo a placer ante Manuel Rodríguez en el 17’ para poner las tablas. El 1-1 activó la ofensiva del cuadro rojo, que subió las líneas en busca del segundo. Con estas circunstancias, en el 22’, Miguel Olea puso el 1-2. El defensor se incorporó al ataque, cazó la pelota botando en el área y la mandó a guardar con un disparo de empeine abajo. Con dos zarpazos, PWC tenía la oportunidad de irse al ecuador por delante, pero Jesús Aparicio lo impidió con un golazo. Sorprendiendo a todos, se sacó un zapatazo muy lejano desde la derecha que se coló por la escuadra.

La segunda mitad comenzó con los papeles intercambiados. Esta vez, los primeros en tentar la portería rival fueron los visitantes. A los 5 minutos se adelantaron de la mano del crack del partido. Tras una buena jugada colectiva, Armando Marsal definió con el interior de primeras, para poner el cuero en la escuadra para el 2-3. Los rojos estaban en su mejor momento en cuanto a jugeo y lograban crear cada vez más peligro.

A pesar de enlazar buenas combinaciones, el cuarto llegó en una jugada aislada. Alberto Pablo envió a la red la pelota tras rematar con la cabeza un saque de banda en el 34’. Los visitantes estaban fuera del duelo anímicamente y, su rival, que olía la sangre, le daba la estocada en el 39’. Santiago de Pablo llegó en carrera para recibir un pase al espacio por la izquierda y, con calidad, la mandó pegada al primer poste para hacer el quinto.

La recta final del envite parecía un mero trámite viendo el marcador. Sin embargo, los locales tiraron de orgullo y recuperaron la garra de la primera mitad sacando a todo el equipo hacia arriba. Con jugadas rápidas y balones largos, trataban de generar peligro, aunque las prisas provocan muchos errores en la toma de decisiones finales. No fue hasta el 47’ cuando cayó el tanto. Manuel Oro definió en el mano a mano tras recibir un pase picado de Yerai García. El 3-5 llegaba algo tarde, aunque, una vez más, Manuel Oro se encargó de dar emoción. En el 49’, anotó recogiendo el rechace de un cabezazo que él mismo había mandado a la madera. Pese a las ganas de mandar el choque a penaltis, los últimos segundos de la contienda no dieron para más y PWC se llevó un sufrido pase a la gran final.