J2 – PWC vs McKinsey & Company

Un solitario tanto del ‘9’ local fue suficiente para decantar un encuentro espeso de principio a fin. Faltos de ideas en la creación, ambos conjuntos pecaron en exceso de envíos lejanos y disparos de larga distancia, demasiado imprecisos como para poner en aprieto a los arqueros. La irrupción decisiva de Marsal por banda derecha fue el rayo de luz que salvó a PWC en un lunes gris.

El duelo entre PWC y McKinsey & Company se estancó durante largos periodos de tiempo en posesiones insulsas bajo la iniciativa de los visitantes, pero la precipitación de los de negro en ansias de montar contragolpes rápidos tampoco ayudó a cimentar un gran juego. De hecho, hubo que esperar hasta la segunda mitad para presenciar el único tanto del encuentro, con el que Armando Marsal prácticamente finiquitó la presencia de los suyos en las eliminatorias de Champions League.

El propio Marsal se echó a su espalda la responsabilidad de llevar la manija del juego un PWC que chocó una y otra vez contra un férreo muro visitante. Las combinaciones por bajo carecían de fluidez para sorprender y penetrar en el área, por lo que la empresa consultora tuvo que recurrir con insistencia a envíos desde la retaguardia que sobrevolaban el medio campo en busca de nuevos compañeros en la delantera. Pese a ello, la insistencia terminó por generar algún que otro sobresalto en el terreno de juego: Javier Castejón pudo marcar de libre directo, pero no entró por la intervención crucial del guardameta rival. Mientras, McKinsey & Company seguía sin encontrarse entre sus tímidos intentos de encontrar portería desde lejos, concluyendo el primer tiempo tal y como empezó.

Tras completar los primeros 25 minutos sin goles, todos los deberes quedaron pendientes para la segunda mitad. Buena cuenta de ello dio un PWC que, a diferencia de en su puesta en escena, no dudó en finalizar jugadas a la mínima opción existente de armar la pierna. Este paso al frente trajo consigo una mejoría evidente en cuanto Armando Marsal ganó protagonismo, aportando su magia en campo rival. Los locales se quitarían al fin un peso de encima cuando el ariete se incorporó sorpresivamente por el costado diestro para abrir el marcador. Su definición tenía un valor incalculable en una cita tan atascada como la de este lunes, y es que Álvaro Salinas continuó brillando en el arco visitante, dando vidas extra a un McKinsey & Company con opciones de puntuar hasta la última jugada.

Con la carencia de un cazagoles nato sobre la cancha, el cuadro rojillo lo intentó a base de garra. El juego aéreo y los balones parados se convirtieron en su mejor baza para apurar sus opciones de remontar o, al menos, arañar un punto, pero los dominios de Juan Atanes, ocupando la portería local por las circunstancias, se vieron taponados por un entramado defensivo que rozó la excelencia. El 1-0 bastó para que PWC sumase los tres puntos por segunda ocasión consecutiva en esta Champions de las Empresas, asentándose en el liderato del grupo 8 dentro del sector Consultoría.