La Esquina de Chamberí vs Grupo Cobra

Unai Andrés con una parada y un gol en el séptimo penalti de la tanda con la que se decidió el choque selló la victoria de su equipo tras una gran remontada in extremis liderada por la magnífica actuación de Pablo Gonzalo. La Esquina de Chamberí se quedó con la miel en los labios tras ver cómo le empataban en el 48 tras un ejercicio estoico de aguante de la mínima renta de 2-1 con la que se había marchado al descanso. David Bartolomé fue el más destacado de los locales.

Partido muy táctico el que se planteaba desde el inicio donde los errores podrían ser determinantes, como si de un presagio se tratara una pérdida atrás en la primera jugada del encuentro propiciaba el tanto de David Bartolomé que definió con serenidad ante la desesperada salida de Unai Andrés. Grupo Cobra había entrado algo dormido al duelo y La Esquina de Chamberí se lo hacía pagar bien caro. El partido estaba donde los locales querían con un rival sin poder hilvanar jugadas, obsesionado por crear peligro con los saques largos de su portero. La defensa negrota se defendía bien por arriba y David Mora solventaba el escaso peligro que se le planteaba en el primer cuarto del duelo.

David Bartolomé por un lado y Pablo Gonzalo por otro se empeñaron en cambiar el guion del duelo buscando un juego más asociativo que les permitiera llegar a la meta rival. Fue el equipo de David el que tuvo la siguiente ocasión clara en un lanzamiento de falta de Alejandro López que Unai se encargaba de repeler acrobáticamente. Lo intentaba minutos más tarde el mismo protagonista por bajo, pero Unai volvía a responder felino. Entre un lanzamiento y otro llegaron dos goles, uno para cada bando. Empataba Pablo Gonzalo tras una gran jugada en la izquierda y recibir la pared de Juan Baeta, Pablo acomodó el cuerpo y la puso donde quiso desde la frontal con la derecha. Apenas dos minutos después un balón despejado al balcón del área era empalado por José I. Montañés, su tiro con la fortuna de tocar en un defensor describía una parábola imposible para Unai. Pudo empatar Cobra al filo del descanso, pero la buena jugada por la izquierda una vez más de Pablo Gonzalo era mandada al limbo por José Ortigosa tras recibir el pase atrás.

El segundo periodo arrancaba con unos roles muy definidos que no variaron en los veinticinco minutos. La Esquina de Chamberí se preocupó mas de guardar la ropa que de salir a buscar sentenciar el choque. Renunciando a las labores ofensivas salvo por algún escarceo de David Bartolomé, entregaba el esférico a su rival. Grupo Cobra aceptaba el envite, pero según avanzaban los minutos su frustración por no superar la portería de Mora iba en aumento. Ocasiones tuvo para ello, primero con tiros lejanos como los de Javi Lanza o una falta de Unai Andrés que se iba por encima del travesaño. Su rival estaba cómodo atrás y Bartolomé a punto estuvo de sacar petróleo en un par de acciones, primero con una vaselina en una mala salida del meta que sacaba un defensor bajo palos y después en un cabezazo que se marchaba cruzado en exceso.

De cabeza también lo iba a intentar Cobra en un balón colgado al segundo palo que Juan Ortigosa remataba contra la madera. A seis para el final Rodrigo Moreno se encontraba también con la madera en un zambombazo desde muy lejos que Mora y el palo repelían con muchos apuros. Tuvo la sentencia José Alonso, pero su cabezazo iba manso a las manos de Unai Andrés. Quedaba poco para el final y los visitantes se iban con todo a por el empate, Juan Baeta en un tiro desde la frontal al que llegaba con la punta del guante Mora, Luis Barbero en un lanzamiento de falta, las ocasiones se acumulaban y la presión del crono también. Pero a dos minutos del final tras una doble ocasión en boca de gol de Baeta y Gonzalo, era Rodrigo Moreno el que acertaba en el área chica a mandar el balón al fondo de las mallas y a la eliminatoria a penaltis.

En la lotería de la tanda de penaltis, los tres primeros lanzadores de cada equipo estuvieron muy acertados, los dos siguientes también, a los lanzadores del sexto penalti de los dos equipos les temblaron las piernas por lo que llegamos al séptimo lanzamiento que resultó ser el definitivo, allí apareció de nuevo el “santo” de los amarillos, Unai Andrés detenía el lanzamiento de los locales y se encargaba de transformar el suyo para mandar a su equipo a las semifinales del torneo.