Eversheds Sutherland vs Sueños de Colores

Eversheds Sutherland se proclamó como justo vencedor tras proponer mucho más en fase ofensiva y acumular un mayor número de llegadas. El 2-1 de Antonio Gigirey para Sueños de Colores en el 49’ llegó demasiado tarde como para poner en aprietos al conjunto local, que avanza a cuartos de final en la Tercera División Oro de la Liga Apertura gracias a los tantos de Diego Cruz-Villalón y Jaime Gordillo.

Con un terreno en perfectas condiciones y muy rápido gracias a la lluvia recibida durante la jornada, se desataron las hostilidades entre Eversheds Sutherland y Sueños de Colores en su primera eliminatoria liguera. Más claras parecían tener las ideas los locales, que comenzaron a incordiar la meta defendida por Andrés Esteban Barros desde los primeros momentos. El combinado azul se estaba destapando netamente superior en las distintas fases del juego.

Un poste desde la banda derecha de Diego Cruz-Villalón y un pase-remate que detuvo Barros. Ese era el saldo de ocasiones de Eversheds Sutherland frente a tímidos acercamientos del cuadro vestido de blanco. Diego Cruz-Villalón, que no había dejado de intentarlo, firmó el primero en una bonita jugada individual por el carril central. El ‘8’ condujo con velocidad y desde el balcón del área puso el esférico lejos del alcance del guardameta rival.

A fin de despistar a sus adversarios, el bufete alternaba la doble punta con una única referencia, conformada en la mayoría de ocasiones por Guillermo Fernández. El ‘killer’ la pedía al pie, pero sus compañeros no podían ser demasiado precisos debido a la buena presión de sus marcadores. La mayor parte del juego seguía desarrollándose en campo de Sueños de Colores, por lo que parecía cuestión de tiempo que llegara el segundo. Diego Cruz-Villalón pudo conseguirlo, pero su remate se encontró con la cepa del poste en su camino al gol. Y el segundo tanto de los locales, que tanto habían avisado, llegó a 5 minutos del descanso. Eduardo Abadía ejecutó una falta desde su propio campo y Jaime Gordillo se adelantó a la defensa visitante peinando el balón al fondo de las mallas. Y pudieron sentenciar el choque si Guillermo Fernández hubiera transformado un penalti que se topó con un paradón por Andrés Esteban Barros, dando así alguna esperanza a los suyos para la segunda parte.

La versión de Eversheds Sutherland en la segunda mitad incluso mejoró de forma considerable respecto a la de la primera, gracias, en parte, a la dificultad extrema del equipo al que se enfrentaban para hacer un gol. Conscientes de ello, bajaban el ritmo que le habían impreso a la primera mitad. Ahora esperaban algo más atrás y no presionaban alto salvo que vieran la oportunidad de recuperar de forma clara. De esta manera, se verían más alternativas en sendas áreas.

Al principio, los visitantes formaban con dos o incluso tres zagueros. Eso ya formaba parte del pasado, pues se volcaban sobre los dominios de Borja Dopico con cada vez mayor certeza. Alberto Pizarro tomó las riendas del juego de Sueños de Colores y, en colaboración con Cristian Rabadán, comenzó a poner algo de criterio en los intentos ofensivos de los blancos. Sin embargo la resolución en los metros finales estaba siendo cuanto menos mejorable, hecho que permitía seguir con un cómodo colchón a los letrados.

Las sensaciones de sus jugadores, eso sí, eran encontradas. Por un lado, los hombres de Sueños de Colores se mostraban esperanzados de cara a una posible remontada, pero, por otro, el desvanecimiento a cada ocasión fallada iba haciendo mella en su moral. A pesar del bloqueo creciente, recortaron distancias a 1 minuto del final. Lo iba a hacer Antonio Gigirey con un remate en el segundo palo ante el que poco podía hacer Dopico. Sin embargo, el marcador ya no se movió a pesar de los intentos a la desesperada de un Sueños de Colores que tiró más de corazón que de cabeza en los últimos instantes. Eversheds Sutherland avanza a cuartos de final, donde se medirá a Powen.