CH-J1 – EA España vs Mondelez

Un tanto costoso en los instantes finales del ‘9’ del conjunto negro, desacertado pero voluntarioso, acabó con la resistencia y amargó el debut de Champions de un Mondelez de hierro que se había adelantado con gol de Geoffroy de Walque y supo manejar el partido hasta esa jugada.

Daniel Perassolli volvió a ejercer de salvador para EA España. Va camino de convertirse en tónica general de un equipo que el día que subió el telón a la nueva temporada de Champions vio sorprendentemente desencuadernado su académico librillo. Un inicio de partido alocado y un desbordante Mondelez en ilusión e ímpetu oscureció el inamovible guion rival. A base de atrevimiento y arrojo, se comió en los primeros minutos a los negros y les borró del choque, desdibujando su rumbo. Un remate al primer palo desviado por poco de Ricardo Cordero dio muestra de su alto grado de ambición, consumada en el primer tanto, que recompensó el despliegue visitante.

La alojó en las mallas Geoffroy De Walque y enturbió más la hoja de ruta a seguir por EA España, perdido. El libre albedrio absorbió el sendero del orden que acostumbra a seguir y cortocircuitó. Desordenado atrás, descoordinado en la presión y apagado en la circulación apenas infundió peligro al área rival a excepción de un disparo al palo de Daniel Perassolli, otro remate a la madera de Charles Ulbig y un mano a mano fallido. El parto venía de nalgas a pesar del esfuerzo. Mientras masticaba su contrariedad, veía como un rival en crecida tenía la oportunidad de aumentar la renta. Sin embargo, Ricardo Cordero no acertó ante el portero y dio vida a su rival.

No solo no perdonó, algo que las leyes futbolísticas suelen condenar con un alto castigo, sino que hizo abonarse a su equipo al conservadurismo por lo mínimo de la ventaja. Dos pasos para atrás Mondelez, que se encogió. Dos para adelante EA España, que echando gas a su lámpara ofensiva, fue cogiendo temperatura acumulando acciones positivas. Rodrigo García mandó un zambombazo rozando la escuadra para dar el pistoletazo de salida a la carga. Daniel Perassolli, que personificó la frustración, y Johannes Pfundmeier gozaron de la más clara, con una doble ocasión a bocajarro que el meta de Mondelez repelió bajo palos a duras penas. Tampoco a la segunda materializaría la mejoría, sobre todo en ambición, de EA España, fallando de nuevo a bocajarro, esta vez sociedad frustrada con Diego Soares.

Tuvo que esperar a la tercera, cuando acabó por hincar las rodillas en el suelo y expulsar la rabia acumulada, para romper el muro rival y empatar el choque rematando de cabeza a placer en el segundo palo un buen servicio desde la banda. Oro puro encontrado en mar de espinas a tenor de lo costoso. Resultado más conforme a la fisonomía del partido y que acabó por compensar la fe local y reprobar el miedo visitante a la victoria, que se aculó tanto sobre sus dominios que acabó por ver cómo se le caían encima en el último momento los cimientos de todo lo que le había costado construir durante el encuentro.