J8 – Cardif vs Waylet

No fue la mejor noche para Waylet, que llegó incluso a ponerse 2-0 arriba en el comienzo de la primera parte. Cardif no hizo caso a la tabla clasificatoria y protagonizó una gran remontada, comandados especialmente por el talento y tesón de Gorka Pahissa y Mario Martínez.

Cardif y Waylet se plantaban en el colegio Alameda de Osuna para disputar la jornada 8 del grupo 10 de la Liga Clausura. Los primeros, con algo más de urgencias, pues sólo poseían 5 puntos y marchaban séptimos. Su situación contrastaba con la de la app de pago móvil, que contaba con 10 puntos más y era tercero.

Este miércoles, ambos conjuntos comenzaban el encuentro con muchas ganas. Muy intensos en los duelos, cada espacio del verde había que ganárselo aplicando mucho sacrificio. La guerra de guerrillas se había desatado. Quien golpeaba primero era el teórico favorito. Marius Lulea realizaba un gran control dentro del área para posteriormente batir al arquero. A otro delantero se le habría escapado la recepción, pero éste se mantenía frío como el hielo en esos momentos claves. Cardif apretaba, pero no conseguía hincar el diente a los de naranja, que se estaban erigiendo como un verdadero incordio a la hora de recuperar y salir rápido. Los ataques de esta tipología se sucedían hasta que el 0-2 se hacía realidad. Cristian Rubio superaba la salida del guardameta con el interior de su bota derecha.

La aseguradora no se lo podía creer: estaba jugando bien, pero no concretaba y acusaba de mandíbula de cristal. Redoblaba así la apuesta y arriesgaba tanto con balón como sin el mismo. Espacio había para correr, pero Waylet prácticamente ya no lo haría. En su lugar, preso de su confianza, comenzaba a ceder metros y a cometer errores de bulto que serían castigados sin miramientos. Mario García firmaba el primero al hacer buena una intercepción de un pase en la medular. También destacaba Mario García y no solo por su gol, véase en las tareas defensivas. En este caso, el ‘8’ hacía un pase a la red tras el error absurdo de Fran Jiménez. Sin embargo, los visitantes volvían a adelantarse por mediación de Marius Lulea. Un gol no, golazo en el que el artillero la colocaba rasa y al ángulo luego de reverso con espuela incluida.

La segunda parte seguía por esos mismos derroteros. Más que infligirse daño los equipos por su propio juego, lo hacían por sus errores de concentración. Las batallas en cada metro del verde, eso sí, persistían. Gorka Pahissa, que hasta ese momento no había anotado pero que estaba siendo el faro de los suyos en la fase ofensiva, la clavaba por la escuadra desde su casa. Un disparo violento e imposible de detener para Leandro Schiavon. Corría el 38’ y a partir de ahí, solo habría un conjunto dominador. Cardif se lo creía y veía que podía ganar si se lo tomaba en serio.

Ni dos minutos pasaban para comprobar cómo los locales se colocaban por primera vez por delante en el marcador. El 4-3, obra de Mario García. El bigoleador recibía un buen pase filtrado de Daevid, se giraba rápido y la cruzaba a la derecha si bien con cierta fortuna, ya que Fran Jiménez estaba a punto de sacarla bajo palos. Waylet se encontraba en la lona. Para aquel entonces, su fútbol había perdido fluidez y no sabían realmente a lo que estaban jugando. Lo intentarían todavía cual pollo sin cabeza, pero con resultados desalentadores.

El 5-3 de Gorka Pahissa en el 46’ supondría la sentencia. El tiro al palo de Marius figuraría ya como un vano recuerdo. En cambio, la segunda diana del ‘17’ sería recordaba por sus armadores como una bonita jugada coral. Todavía habría sitio para un gol más. Justo antes del pitido final, Mario Martínez se aprovechaba de la confusión reinante para registrar otro doblete y cerrar el ‘set’ que aupó vencedor a Cardif.