IATA vs Eversheds Sutherland

Partido loco y muy disputado entre IATA y Eversheds Sutherland que terminó con los locales llevándose el encuentro por 4-3 tras un tanto de Miguel García cuando el encuentro ya estaba abocado directamente a la tanda de penaltis. Guillermo Fernández fue el mejor de los visitantes al anotar un ‘hat-trick’, pero su triplete goleador no sirvió a los suyos para obtener el pase a la siguiente ronda.

IATA se ha convertido en uno de los equipos que ha pasado a los cuartos de final de la Tercera División Bronce de la Liga Clausura tras derrotar a un implicado Eversheds Sutherland. AKI Madrid, que se deshizo de LEK Consulting, será su rival en la siguiente pelea por hacerse con el trofeo de campeón. En cuanto a lo que el duelo de octavos respecta, tanto IATA como Eversheds Sutherland pudieron obtener la plaza por lo disputado y abierto que fue el choque, pero ese tanto de los locales cuando ya no había margen de respuesta fue determinante.

El partido comenzó con ambos equipos teniendo excesivo miedo a cometer un error. Bien replegados atrás y sin conceder demasiado, parecía que ninguno quería tomar las riendas del encuentro y apenas se produjeron oportunidades de peligro. No hubo ningún dominador claro en una alternancia de posesiones que parecían no conducir a ningún lado. Tanto fue así, que no fue hasta pasado el cuarto de hora cuando Guillermo Fernández anotó el primero de los suyos en un despiste de la defensa de IATA. Un balón servido desde el perfil diestro quedó franco para el delantero, que se encontraba totalmente libre de marca, para anotar a placer el primero de los suyos.

Justo cuando ese parecía que iba a ser el único tanto de la primera mitad, apareció la cabeza de Mario Castro para igualar la contienda y colocar el empate a uno con el que se llegaría al final de la primera parte. Los visitantes repelieron una falta directa prácticamente desde la línea de gol y cuando la jugada parecía que ya no iba a ir a más, apareció la cabeza del defensor, que se tiró en plancha, para poner unas merecidas tablas antes de llegar al descanso. El periodo de entretiempo le sentó genial a un IATA que se puso por delante nada más reanudarse el choque. Una buena salida de balón desde atrás de los azules hizo que el balón le quedase franco a José Plaza para que anotase con un disparo cruzado que no fue capaz de desviar Martín Melgarejo.

Eversheds Sutherland dio un paso al frente por la necesidad de forzar al menos la tanda de penaltis y de nuevo volvió a aparecer Guillermo Fernández para hacer que el rival no se fuera demasiado en el marcador. El ariete dio de su propia medicina a IATA y anotó un gol parecido al que había hecho su rival: se benefició de un rechace en el corazón del área pequeña tras un disparo de falta y, yendo con todo, colocó el empate a dos para los suyos. Los visitantes no bajaron el pie del acelerador y obtuvieron su recompensa desde el punto de penalti. Gianni Vargas cometió un penalti innecesario que Guillermo Fernández, de nuevo, iba a encargarse de transformar. El ariete ejecutó un gran disparo que puso en ventaja a los suyos.

Tras ese tanto, Eversheds Sutherland reculó demasiados metros y concedió espacios a un IATA que los terminó aprovechando a base de garra y empuje. No querían darse por muertos y obtuvieron una recompensa doble con la que jugarán en la siguiente ronda. En primer lugar, y cuando solo faltaban cuatro minutos para el final del choque, Mario García anotaría su segundo tanto de la noche para igualar la contienda. En un saque de banda, el defensor apareció como una bala entre medias de la zaga rival para colocar su cabeza y forzar una tanda de penaltis. Estos lanzamientos no fueron necesarios, ya que, a falta de un minuto para el final, IATA anotó el 4-3 en las botas de Miguel García. Los locales tiraron de estrategia en una falta a favor que terminó con Albert Serra colgando un balón del área y, sorprendentemente libre de marca, aparecería el jugador local para tirarse al suelo y marcar a placer. Sin tiempo para más, IATA celebró por todo lo alto este triunfo y el merecido pase a la siguiente ronda tras sufrir en un partido de alternativas que cualquiera pudo llevarse.