Wottoline vs Volkswagen FS

El centrocampista del conjunto rojillo se puso la capa para llevar a su equipo a la victoria con un doblete sensacional. Wottoline, luchador hasta el final, se vio penalizado por su falta de puntería ante un rival con más afán y lucidez en el juego. Murillo Café, último escollo hacia el título. 

Jorge Martín vale una final. El centrocampista de Volkswagen rebosó talento y puso la rúbrica al billete que traslada a su equipo a la final de la Europa League, donde ya espera una roca: Murillo Café. Tuvo que sudar tinta china el bando visitante ante un Wottoline espeso futbolísticamente, pero bravo de corazón y que igualó la balanza de un choque tremendamente nivelado, con dos conjuntos chocando a cara de perro con sus armas predilectas.

La puesta en escena dibujó el boceto de un partido de guion lineal. Volkswagen se adueñó del tempo del envite gracias dominio del balón, mientras que Wottoline se resguardó atrás, esperando su oportunidad para aprovechar la velocidad de sus atacantes y morder a la contra. Ninguno falló en la estrategia ya que ambas funcionaron, disfrutando los dos conjuntos de ocasiones suficientes.

Alejandro Oreal fue el primero en poner en preaviso a todos, rozando el gol para Volkswagen con un disparo desde fuera del área. Eduardo Estrada, que movió con inteligencia los hilos de Wottoline, tuvo la mejor con un remate a bocajarro. Esa primera entrega del correcalles se saldó con empate. La tensión, fruto de la dimensión del partido, se palpaba en cada acción. En un escenario tan igualado pesaría mucho quien marcara el primer gol, por aquello del arreón psicológico.

El afortunado sería Volkswagen, con un derechazo desde dentro del área de Marco Ramírez ante el que nada pudo hacer Javier Palomino. Roto el precinto del choque y liberadas las tensiones, Wottoline se lanzó al ataque al toque de corneta de Eduardo Estrada. Él mismo germinó la jugada del gol del empate, dando lugar a una combinación veloz al primer toque que hizo buena Enrique Vidal en el segundo palo. Con el gol mejoró la escuadra azulona, que acrecentó su sensación de peligro, pero que se topó con el muro levantado po Martín Leal.

El momento de Wottoline se diluyó con el ‘stand by’, mejor aprovechado por Volkswagen para reorganizar ideas y recargar baterías. El estado de mejoría lo confirmó Fernando Rodríguez haciendo temblar la madera. José María Aguado mandaba un aviso por parte de los azulones, con la invitación de no descuidar la espalda de un rival que comenzaba a desplegarse y que acabó por dudar. El miedo a fallar se adueñó del choque entonces, derivando en un ritmo más espeso y con menos acercamientos que en el primer acto.

Ningún equipo quería arriesgar, transformando por completo el juego de ambas escuadras, las cuales cambiaron el pase vertical por el horizontal. Buscar la portería rival ya no era el principal objetivo. Se minimizaron los riesgos hasta que llegó una jugada de laboratorio de Volkswagen. Una cesión servida a la frontal la mandó a guardar con un preciso golpeo de interior Jorge Martín, que superó el bosque de piernas. Se inauguró entonces el pique a faltas. Cuando Volkswagen acrecentaba su domino recuperando de nuevo el medio y el balón, Eduardo Glodosindo volvió a poner las tablas con un libre directo raso.

Magnífico golpeo de Eduardo para igualar de nuevo la contienda, tan solo tres minutos después de que Volkswagen rompiera la igualada. Ahora sí, el partido estaba al rojo vivo y los dos conjuntos fijaron la portería contraria en el punto de mira. Especialmente Jorge Martín, quien decidió echarse el equipo a la espalda y responder ante el último gol encajado, aprovechando un tiro libre para alojar el balón en la escuadra y lograr el 2-3 que trasladaba la euforia a su equipo, al mismo tiempo que ponía fin a la temporada de Wottoline.