J8 – Vasalto vs EY FSO

EY FSO dio la sorpresa y obtuvo su primera victoria de la temporada a lomos de una inspirada actuación de su delantero, que anotó un triplete en la primera parte, y una gran actuación coral defensiva sobre la que se estrelló su rival. 

David venció a Goliat. Embalado tras tres victorias consecutivas y peleando por el liderato en la cima de la tabla, se encontró con una piedra en el zapato no esperada en mitad de su camino. Se topó con una derrota ante el colista, que estrenó su casillero de victorias en rodeo ajeno. Bajo el manto de su tremenda efectividad arriba, personalizada en la figura de un Emilio Nieto que se marcó un partidazo, y una corajuda actuación defensiva, consiguió secar a Vasalto, uno de los más goleadores del grupo.

Pero el parto comenzó de nalgas para ellos. EY FSO aprovechó un inicio algo timorato de su rival y acumuló ocasiones y juego para retroalimentar su confianza. Francisco Sánchez tocó la puerta del gol con un disparo que rozó el palo. No perdonó a la segunda Emilio Nieto, con un disparo cruzado con el interior de su pie derecho desde dentro del área. Tomó las riendas de su equipo de forma magistral y brilló en casi todas las facetas del juego. No solo goleó, sino que participó en la creación y fue el primero en remangarse para defender, lo que vigorizó el espíritu colectivo. Algo muy necesario en la victoria, ya que Vasalto le hizo exprimirse al máximo. Tras el 0-1, los blancos desperezaron y comenzaron su acoso y derribo con una multitud de llegadas, aunque pocas claras.

Con Jorge Cuallado moviendo los hilos de su equipo desde la mediapunta, protagonizó el bombardeo lejano sobre EY FSO, a lo que le condenó su rival gracias a una rocosa e impenetrable defensa. El propio Jorge la mandó al larguero en una bonita rosca en una de las mejores ocasiones, pero volvió a hacer acto de presencia Emilio Nieto, que hizo el segundo con una gran vaselina a la contra. Consiguió rehacerse pronto Vasalto, que recortó distancias por medio de Alejandro Rubio al remachar él mismo un mano a mano que antes había marrado. Esperó entonces al descanso un conjunto local algo cansado, defendiendo con el balón, pero se encontró con el llamado gol psicológico en la última jugada antes del pitido del árbitro para mandar a los equipos a vestuarios. Firmó su triplete Emilio Nieto, coronando su gran actuación con un punterazo para dar cobijo en la red a un balón que merodeaba sin dueño dentro del área.

El gol fue un balón de oxígeno y de esperanza para su equipo ante la larga pelea y el ejercicio de resistencia que le esperaría en el segundo acto. Reactivado y con las piernas frescas, Vasalto intensificó su hostigamiento al toque de corneta de Jorge Cuallado. Daría muestra de ello haciendo brillar al portero en una de las primeras jugadas con un paradón a Alejandro Rubio tras una gran combinación al primer toque. Una de las pocas veces que consiguió traspasar el espesor del bosque de piernas en el que se convirtió la retaguardia rival.  Ante ello, siguió optando por el bombardeo de larga distancia, con Jorge Cuallado como francotirador principal. Sin embargo, su zurda no estaba tan calibrada como otros días.

El dominio de Vasalto era tiránico, encerrando a su rival en campo propio, que apenas inquietó en la segunda mitad a excepción de un disparo al larguero de Emilio Nieto. Sin embargo, le faltó precisión y paciencia en los metros finales y fue cayendo en su propia telaraña de frustración hasta casi bajar los brazos a diez minutos del final. Con su equipo volcado arriba a la desesperada, incluso EY FSO pudo hacer más sangre. Álvaro Blanco salvó una goleada mayor con una mano salvadora a otro tiro de Emilio, convertido en la ofensiva total de un conjunto que encontró un sabroso premio final a su entereza.