J4 – The Cocktail vs Cabot

Una exhibición de fútbol ofensivo que terminó con la victoria local -la segunda del Torneo Clausura- de la mano de un brillante Alfonso Ramos que, con un hat-trick, y en su duelo particular ante Cristóbal Colón, allanó el difícil camino de los 3 puntos en un apretado partido, que no tuvo vencedor hasta el final.

Difícil hacer un resumen, groso modo, de un partido que ha tenido 14 goles -la mitad de ellos en los últimos diez minutos- y hasta dos hat-tricks, uno por cada equipo. Ambos venían de perder la jornada pasada. Además, para más inri -y alicientes- empatados a 3 puntos. Es decir, este duelo se antojaba clave para desequilibrar la balanza hacia un lado u otro, o, por el contrario, seguir igualados. The Cocktail, por su parte, cayó en su visita a Solute (sólo había sido capaz de ganar a Pragsis Bidoop). Mientras que Cabot cosechó un duro revés con un 1-5 al recibir a Intesa Sanpaolo (en su caso superaron a Globant en la primera jornada). Un equipo que sigue adoleciendo la sensible baja de su mejor hombre, Jonathan Fernández (su máximo goleador con 16 dianas). Eso sí, ejerciendo desde entonces de entrenador, muy pendiente de los suyos.

No obstante, el primer gol de la fría noche no tardó en llegar. Víctor Villar se internó por la banda izquierda, cual cuchillo entre la mantequilla, para poner un pase de la muerte al corazón del área, donde apareció un indetectable Luis García para empujar el cuero y firmar el 0-1. Pese a recibir ese tempranero jarro de agua helada, The Cocktail agarró los mandos del partido y comenzó a domar la posesión. Toque de un lado a otro para mover a la defensa de Cabot, desordenarla y generar el mínimo espacio para atacarlo. Con esa paciencia consiguieron obrar el gol del empate. Alfonso Ramos aprovechó el agujero que se originó en la zaga rival para plantarse delante del portero y, con una ligera “picadita”, superarlo. El duelo ya estaba entrando cada vez más en calor.

¿La respuesta de Cabot? Inmediata. Sin apenas pestañear, Cristóbal Colón se infiltró en el área local para dar el segundo zarpazo de Cabot al marcador. Claro ejemplo de cómo maximizar del todo las ocasiones. Los visitantes rozaban el 100% de la efectividad de cara a puerta. Algo con lo que era pero que muy difícil hacer frente. Cada error de The Cocktail lo aprovecharon. Eso sí, el equipo “verderón” no tardó en responder de forma contundente. En cuestión de dos minutos le dieron la vuelta. Primero Luis González, que amasó el balón con mimo con el interior de su bota para sacarse un disparo al palo largo y restablecer las tablas. El cual, claro, no tardó en desaparecer. Y es que Ramos, protagonista del uno a uno, rescató un rechace dentro del área para golpear por tercera vez. 3-2 y fin a un carrusel de goles: cuatro en cuatro minutos, a gol por minuto. Una locura.

Tanto al filo del descanso como en el inicio del segundo tiempo, The Cocktail gozó de numerosas ocasiones como para, mínimo, alargar todavía más la renta de un gol que podía resultar corta. Gran parte de la culpa la tuvo un acertado Juan Fernández, quien con un repertorio de paradas logró mantener a tiro el empate de Cabot. Unas intentonas que, al final, encontraron su premio. Y es que, como reza el dicho, quien la sigue la consigue. Álvaro Sáez trató -y consiguió- de llevar el caso a lo práctico. Encontró su 18º gol de la temporada en una falta escorada a la izquierda. Potente disparo que se terminó por colar en la portería rival ante el fallo de comunicación entre el portero y defensa rival.

Fue el tanto del 4-2 el que, sin embargo, inició una corriente de lo más peligrosa en un partido y en un campo con las dimensiones pequeñas: toma y daca constante, no sólo de ocasiones, sino de goles. Cada acercamiento era un tren que coger para llegar a la estación final de los tres puntos. Ese al que, finalmente se subió The Cocktail en los instantes finales. A falta de diez minutos, Villar peinó una falta botada por García para marcar el 4-3. Un empate que iba a ser posible con la diana postrera de Colón después de sacarse un durísimo zurriagazo. Los locales como respuesta, asestaron otro golpe a la mandíbula de Cabot con la diana de Jorge Jiménez, la cual tuvo respuesta segundos después con el tercero -y hat-trick- de Cristóbal Colón, certificando el encuentro de matrícula de honor que cuajó. Fiesta del gol a la que volvió a asistir por segunda vez Jiménez con el gol del 6-5. El último gancho que fue capaz de lanzar el cuadro visitante fue en botas de Andrés Rodríguez, con un maravilloso golpeo con el exterior de su bota. El broche de oro definitivo y, por ende, el que conseguiría darle los 3 puntos a The Cocktail fue el gol decisivo de Rodríguez, refrendado, por si fuese necesario, con la tercera diana de Alfonso Ramos.