J3 – Scalefast vs Domestika

Festival de goles en el Luis Aragonés en un encuentro marcado por un inicio frenético de los visitantes, que fue contrarrestado por los locales donde un tanto, al borde del descanso, marcó para siempre.

El Luis Aragonés recogía el último día de la tercera jornada de la Liga Clausura con un partido entre dos equipos que siempre buscan la portería rival con insistencia y que querían llevarse el gato al agua para cerrar la fecha con tres puntos más en su casillero. Así fue pitar el señor colegiado y que empezara el combate a pecho descubierto que propuso Domestika. Los visitantes salieron sin temor a por la victoria, sabedores del terreno de juego en el que estaban, tenían un plan marcado y concreto, disparar desde donde se pudiera. Y antes de llegar al dos de partido, la campana del primer tanto sonó para los rojillos cuando Víctor Canarias golpeó sin pudor y la mandó para dentro previo toque en un defensor.

La porfía había empezado de la peor manera posible para Scalefast que, cuando estaba aun recuperándose del mazazo inicial, vieron como Andreu Casanova hizo un golazo como la copa de un pino, rematando a la mismísima escuadra, con la testa, un balón colgado desde su propio campo. Y ya, para rematar la pesadilla blanca, Julen Sáez consiguió el tercero de los rojillos antes de alcanzar el minuto 10 de partido.

Superado el tramo de curvas, Scalefast quería recortar distancias lo antes posible para tratar de llevar a su terreno el partido y soñar con una heroicidad nunca antes vista, y ese rayo de luz apareció en forma de golazo, aunque la jugada es para verla detenidamente, porque tuvo de todo. Primero una contra bien llevada por David Costa y por Aitor Arnao, después un paradón tremendo de Iván Ortega y, para ponerle la guinda, el propio Aitor Arnao realizando una croqueta brutal al portero para terminar definiendo y anotando el primero de los suyos. Con el mejor remedio a cualquier mal en este deporte, Scalefast se creció, y acto seguido logró el segundo. Juan Ciszek, a la salida de un córner, puso el Luis Aragonés patas arriba, y todos aquellos que esperábamos un paseo militar de Domestika, nos vimos obligados a recular.

Un nuevo partido se había abierto a falta de diez minutos para el final, y los visitantes decidieron espabilar imprimiendo alguna que otra revolución al choque, y antes de llegar al entretiempo, volvieron a encontrar el premio del gol en las botas del killer Arnau Casanova.

Ya en la segunda mitad, esperábamos una nueva oleada local, pero lo que llegó, nada más arrancar, fue un gol desde el centro del campo de Edoardo Torraca para convertir el duelo en un ocho mil para Scalefast, que ya se veían tres goles abajo. Otra vez a remar a contracorriente, los inicios son una cosa a mejorar en los blancos, puesto que comenzar mal provocó ir con una losa demasiado grande en la espalda. Y es que, lejos de cortar la sangría ahí, tuvieron que ver como a los tres minutos, Guillermo Vázquez remató solo dentro del área y colocaba el 2 a 6 en el luminoso. Ahora sí, el partido estaba en chino para los locales.

La batalla entró en modo reposo hasta que, otra vez Arnau Casanova, decidió dar por cerrado el asunto marcando su hat trick particular. Scalefast quería achuchar a sus rivales, y rápidamente consiguieron recortar distancias gracias a un buen disparo seco de David Costa. El tanto sirvió para que los suyos reunieran fuerzas y se lanzaran al ataque en busca del imposible, y la creencia aumentó después de que Juan Ciszek anotara un golazo y colocara el 4-7 a falta de doce minutos. Los huecos iban a aparecer ante el volcamiento total que tenían los blancos, y en un despiste defensivo, Arnau “Il Matador” Casanova logró su póquer, y ahora sí, dejar sin vida a un equipo que parecía inmortal. El tiempo fue pasando sin novedad hasta que, casi en la última, Edoardo Torraca volvió a ver puerta para cerrar el festival goleador del jueves noche.