F2-J5 – Pragsis Bidoop vs BBVA

Soberbia actuación del ‘9’ del conjunto amarillo, que rescató a su equipo del pozo anotando un póker para reengancharlo a la cabeza de su grupo. Raúl Ortiz recortó distancias con un doblete, pero José Manuel Sánchez desactivó reacción alguna.

 Carbón para Pragsis Bidoop. Oro para BBVA, que con una victoria con el pragmatismo por bandera estrecha el cerco sobre el vagón de cabeza del Grupo 24 de la segunda fase del Torneo Apertura. Año nuevo, pero no vida nueva. No precisamente por romper una racha de dos derrotas consecutivas, sino porque siguió el mismo camino hacia la victoria: subirse a los hombros de David Molina, que fue un auténtico gigante. En los bolsillos se llevó cuatro goles de bella factura y un “clínic” de cómo debe comportarse un delantero centro. Una boya a la que se agarró su equipo, que antes tuvo que soportar la tormenta.

Sopló y sopló Pragsis Bidoop, con una enérgica entrada en el partido, demostrando que no le pesó el turrón ni los polvorones, pero no logró sacar rédito de su momento y concretar la faena. Más ambicioso, fluido con balón y magistralmente dirigidos por Ángel Cámara desde la sala de máquinas, tan solo le faltó brillar con el estoque, aún sin afilar tras las vacaciones. Dominó de forma tiránica, inyectando voltaje al partido ante el cemento de su rival, que esperó en el inicio, y puso las atracciones coleccionando un buen puñado de ocasiones. Un arranque torero de Manuel Álvarez que no supo concretar y el posterior rechace, también sin definir, de Ángel Cámara, junto con otra jugada calcada, pero con Karim Basha y el propio Manuel como protagonistas, se acercaron al gol.

Pragsis Bidoop perdía fuelle y BBVA comenzaba a mostrar sus armas con sigilo. Javier Sanabria, tras una brillante acción individual, y David Molina, a la contra como Llanero Solitario, demostraron que en la despensa amarilla también había veneno. Los tempos del choque invitaron a los visitantes a salir de la cueva para buscar el pressing alto. Sin embargo, renunciaron a ello y percutieron en su plan, obteniendo un jugoso premio. Una pared con Mario Ruiz y una posterior definición repleta de temple y tablas de David Molina corría la cortina al show del ‘9’ amarillo. Antes del descanso, puso tierra de por medio con una arrancada digna de Ronaldo Nazario. Prendió la moto en tercera, quebró a su par y sorteó la salida del portero con un toque sutil tan efectivo como brillante para poner a su equipo en liza.

El gol vitaminó a BBVA. Más seguro, más intenso y clarividente de ideas. Y, obviamente, consciente del enorme potencial de su baza ofensiva, que le permitió sacar brillo a su libreto. Más aún con el viento a favor y la obligación a un arranque de orgullo de Pragsis Bidoop, que estuvo a punto de volver a reconectarse al choque con dos claras ocasiones. Primero no llegó a un balón al segundo palo José Rivera. Posteriormente, Luis García no acertó con el cabezazo a bocajarro. Sí lo hizo de nuevo David Molina. A lo Juan Palomo, como hiena solitaria, ganó de nuevo su duelo ante el portero para el 0-3. Una auténtica manada de búfalos en carrera. Cuando amenazaba con encallar el partido, un doblete exprés de Raúl Ortiz, con un zurdazo lejano y remachando una contra, volvió a poner picante al choque. Pero José Manuel Sánchez, aprovechando a puerta vacía las migajas de David Molina, y éste, cerrando su póker particular, con una sonora croqueta al portero y definición a puerta vacía, impidieron que Pragsis Bidoop ampliara el boquete con sus perseguidores.