PFarma vs Grupo Cobra

El centrocampista desatascó un partido igualado con un sensacional remate de tijera y acabó con las opciones de los farmacéuticos, que tiraron la toalla tras rehacerse hasta en dos ocasiones en el marcador. Gullón, Ricardo Lanza y Antonio Sánchez lideraron el triunfo de los visitantes, que firmaron un partido muy completo a nivel colectivo y terminaron goleando. 

Grupo Cobra dio un golpetazo sobre la mesa este lunes en el Luis Aragonés. Los azulones completaron una actuación brillante en lo que fue una batalla digna de unas semifinales de la Liga Clausura 22/23. Era de esperar que el dominio se fuera alternando durante el encuentro, aunque quizás los locales acusaron la baja de Javier Mediavilla en la medular, siempre vital para dar oxigeno a PFarma. Con todo, fueron los visitantes quienes cogieron la manija del encuentro, alentados por un Cristóbal que había dejado claro antes del encuentro que era clave salir enchufados al partido. Antonio Sánchez asumió la responsabilidad y no defraudó. Eclipsado por los goleadores, el timón de Cobra dio todo un recital de fútbol. Pases con el exterior, pisadas, regates, cambios de orientación y fútbol a la carta. Una gozada para el espectador.

Prontito se adelantaron, con el gol de Ricardo Lanza. El ariete de Cobra recibía un pase de un eléctrico Juan Baeta, que salió sin contemplaciones en los primeros minutos. Los azulones lo hicieron fácil. 4 pases bien hilados, llevando el juego de banda a banda y entrando hasta la cocina. Buena circulación y mejor definición. Todo muy práctico. La jugada reflejaba el sorprendente dominio sobre un PFarma que apenas olía el balón.

Los farmacéuticos estaban a merced de su rival, esperando el momento para contraatacar, aunque hasta el momento los visitantes no mostraban fisuras. Es más, hasta se gustaban aprovechando la movilidad entre líneas. Fue Álvaro Martín quien buscó las cosquillas de la zaga de Cobra con una pared con Pablo San Román y un posterior remate que a punto estuvo de convertirse en gol. Pero a PFarma nunca se le puede dar por muerto. Buena prueba de ello fue el tanto del empate. El incombustible Koldo Gutiérrez comparecía en el segundo palo para rematar un pase preciso del mismo San Román para igualar la eliminatoria.

El disgusto se apoderó de los rostros de los jugadores visitantes, que no podían creérselo. La buena noticia fue que la rápida reacción, con el gol de Cristóbal González, que servía para volver a asumir la iniciativa en el marcador. El experimentado delantero hizo bueno un pase de Marcos Gullón para definir con el interior al primer palo. Sin embargo, justo antes del descanso, Óscar Pérez volvía a empatar el encuentro con un derechazo que dio en el poste y se coló en la portería de Mingote.  Otro jarro de agua fría para un Cobra que volvía a recibir el tanto en el peor momento, habiendo perdonado infinidad de ocasiones, incluido un remate al palo de Cristian González.

Todo se iba a decidir en la segunda mitad. Ahora eran los locales quienes, poco a poco, acorralaban a su rival. Apareció Víctor Lerma para contrarrestar el efecto Antonio Sánchez en la medular. La estrella de PFarma apenas había aparecido. Es cierto que tuvo que retroceder su posición para ayudar a construir el juego, y ahí fue cuando su equipo gozó de sus mejores minutos. De sus botas nacieron dos grandes ocasiones de Koldo, que envió primero un cabezazo por encima del larguero y luego un disparo con la zurda muy desviado.

Cuando PFarma había conseguido equilibrar la balanza en el resultado y en el juego, Marcos Gullón noqueó a los locales con una genialidad en forma de tijera. El mediocentro empaló un centro lateral de Pablo Gonzalo y dejó a Javier Ronchel con el molde, que fue testigo privilegiado de uno de los goles del año. Y en qué momento. Esta vez, el gol de Cobra sí fue definitivo, y es que PFarma bajó completamente los brazos. Cobra aprovechó el momento para sentenciar. Ricardo Lanza participó en los dos últimos tantos que sellaban la goleada visitante. El primero tras recortar y amagar el tiro al segundo palo para colarla por el primero, y el segundo asistiendo a Marcos Gullón, que llegaba desde segunda línea para poner la manita que confirmaba el pase a la final de un Cobra que exhibió su mejor versión en las semifinales.