J4 – Minsait vs INTERVASSIT

El conjunto azulón, más contundente atrás y efectivo de cara a puerta, consiguió tres puntos de oro para engancharse a la parte alta de la tabla tras golear 4-7 a un Milsait que se desinfló tras el descanso.

Intervassit vuelve a saborear la dulzura de la victoria y a ver de cerca a los integrantes de la parte alta de la tabla con una trabajada victoria ante Minsait, que a pesar de que seguirá ocupando el último vagón de la clasificación otra jornada, en ningún momento perdió la cara al partido y no mostró prestaciones que lo reflejaran. Y es que los azulones fueron más contudentes en ambas áreas y se llevaron un partido decantado en una primera mitad marcada por la alternancia, tanto en el gobierno del partido como en las ocasiones. Si Intervassit marcaba, no tardaba en dar réplica Minsait.

A los dos minutos ya dominaba el marcador el conjunto consultor gracias a un tanto de César Domínguez en colaboración con el portero de Minsait, que falló en el blocaje. A los tres minutos respondería Salas con un tiro lejano, espejo goleador en el que se miró Alcalde, con un tanto similar para volver a dar ventaja momentánea a Intervassit. Otro Andrés, esta vez Aldave, hacía el tanto del empate tras una jugada vertiginosa después de una meritoria combinación colectiva.

César Domínguez, con el colmillo afilado, volvería a poner en ventaja a Intervassit con un disparo desde fuera del área pegado al palo, inapelable para el portero, que suponía el segundo en su cuenta particular, aunque Bruno Marcia volvió a sacar a relucir el orgullo de Minsait definiendo con elegancia en el mano a mano. El partido se vivía en las áreas con transiciones fugaces donde los centrocampistas parecieron volatilizarse. En esta tesitura llegaron dos tantos más, obra de Benedí y José Luis Santos, rematando sendos balones al fondo de la red desde el interior del área grande ante la pasividad de la defensa, que pedía a gritos el descanso. El segundo tanto de Salas pondría algo más de picante para la segunda mitad con el 4-5 con el que llegaríamos al intermedio.

Sin embargo, y lejos de lo que hacía presagiar el devenir del primer acto, Minsait pagó caro su desconexión en la reanudación, personificado en un error del guardameta, al no atajar un balón tras saque de banda que acabaría empujando a la red Benedí en un ejercicio de pillería. Era el segundo en su cuenta y una losa que acabó de tumbar cualquier conato de remontada de Minsait, diluido con el paso de los minutos, como retraído y arrepentido por no saber aprovechar el enorme esfuerzo que le había hecho llegar con vida al nudo del partido.

Tuvo mucho que ver Guillermo, convertido en un muro infranqueable para los atacantes de Minsait. Lo paró todo. Lo cierto es que nunca acabó por llevar el peso del partido, incluso cuando lo tenía todo de cara para meter el miedo en el cuerpo a Intervassit, muriendo en la orilla. El partido fue bajando de pulsaciones en espera del pitido final, con tímidas llegadas de Minsait, fruto de la desesperación, lo que dejó huecos a su espalda que aprovechó César para poner el broche a su partidazo con un hat-trick para ponerle el epitafio al partido.