J7 – Lucania Grove vs BBVA

Los blanquiazules firmaron una primera mitad perfecta, en la que metieron intensidad y anotaron los cuatro goles de la noche. A BBVA le llovieron las ocasiones en contra, pero aún así se repusieron con una digna segunda mitad y pudieron maquillar el resultado de no ser por la actuación de Giovanni Petit bajo palos.

Cualquiera para el vendaval de Lucania Grove en la primera parte. La verdad es que poco se le puede recriminar a BBVA. La presión asfixiante que ejercieron los locales en los primeros 20 minutos fue tan espectacular que el resultado se quedó corto . El tridente atacante de Lucania, formado por Óscar Ruiz, Enrique Lizabe y Jonathan Fernández no dejaban respirar la zaga rival. Ganaban todos los balones divididos, se imponían en el juego aéreo, en la circulación y, obviamente, en las ocasiones. Tanto es así que en los dos primeros minutos ya habían tirado tres veces a puerta. En el minuto 3, Jonathan Fernández remató a la media vuelta un balón que botaba y que no pudo detener Agus Montero.

BBVA no era capaz de contener a un desatado Lucania, superior en el centro del campo y acaparador de la posesión del esférico. El ritmo era frenético y la sensación de que podía caer una goleada aumentaba con cada llegada. En el minuto 7, un disparo del mismo Jonathan Fernández, se le escapó a Agus. En el rechace apareció Óscar Ruiz con la caña y empujó el balón para poner el 2-0. Si lo que necesitaba BBVA era poner pausa, no lo consiguió ni con el balón fuera del campo. Eso no le interesaba al equipo local. 3 minutos más tarde, Enrique Lizabe envió a la red un disparo con rosca desde el vértice del área con mucha calidad. Y así es cómo se ejecutan 10 minutos fantásticos de fútbol. El ritmo era impresionante.

BBVA consiguió llegar por primera vez a los 13 minutos, con una ocasión de Javier Sanabria en un rechace que salió por el lateral de la red. Poco más por parte de los de amarillo. Eso sí. Cuando entró David Molina el equipo empezó a estirarse. El 9 de BBVA generó alguna que otra llegada, junto con Pablo Corredor y la ayuda en la creación del mismo Sanabria. Pero no era suficiente. Encontró en ese tramo algo de respiro. Poco, insistimos, porque en cuanto Lucania encendía el motor, se complicaba la cosa. Poco antes del descanso, Jonathan Fernández convirtió el cuarto en un pase a la red con una elegancia exquisita. Tan inofensiva parecía su incorporación que Agus Montero hizo la estátua bajo palos.

Con el descanso, llegó lo que mejor le podía pasar a BBVA. Y tras la reanudación, David Molina volvió a hacer magia. En el saque de centro, solo tuvo que orientarse el control a la derecha y desde allí, un poco escorado, le pegó. 4-1 y toda la segunda mitad por disputarse. Con el gol subieron los ánimos y vimos la mejor versión de BBVA. Pablo Corredor intentaba poner una marcha más a los suyos. Sanabria cogió el timón en el centro del campo y pedía apoyo. Lo tuvo con Molina y la velocidad de Andrés Rondán, muy activo en todo el partido. Pero en frente había un muro llamado Giovanni Petit.

La segunda mitad del guardameta de Lucania fue para enmarcar. Salvó un mano a mano a David Molina, otro duelo a Sanabria que parecía gol cantado, una vaselina de Pablo Corredor y se mostró segurísimo en los balones aéreos. En el bando visitante, la pelota no quería entrar, pero en el local tampoco. Enrique Lizabe, el mejor de los suyos, envió dos balones al palo. El primero con un disparo potente que hizó temblar el travesaño. El segundo, con la intención más de colocar, pero igualmente con un chut potente. Lucania aprovechó las prisas de BBVA para generar peligro a la contra, pero ninguna de las ocasiones acabaron cambiando la evolución del encuentro. Los tres puntos se quedaron en casa en una demostración de puro fútbol de Lucania, especialmente en la primera parte, que les permitieron jugar con más relajación los últimos 25 minutos.