J5 – Leyton vs Oliver Wyman

Ambos equipos olvidaron la parcela defensiva y se embarcaron en un partido trepidante de goles que se pudo llevar cualquiera en el barrio de Hortaleza. Ferrán Arumi lideró la victoria local con un doblete. 

De todas las formas en las que puede mutar un partido de fútbol según se va desarrollando, quizás, la que se vio ayer en el Trivema Naval de Hortaleza sea la más ilusionante para el espectador. Un partido sin dueño, un partido sin más plan que el ataque, un partido sin ataduras, un partido sin más guion que el devenir del mismo. Eso fue lo que ayer nos dejaron Leyton y Oliver Wyman a eso de las diez de la noche, en el último partido de la jornada. Leyton se acabó llevando el duelo por marcar un gol más que su rival, pero el marcador pudo ser cualquier par de cifras abultadas, reflejo de un “toma y daca” precioso para la vista de un tercero.

Empezó anotando Ferrán Arumi, cuando apenas el colegiado había indicado el inicio del encuentro. El 1-0 subía al marcador a causa de un disparo cruzado que sorprendió a todos, dando el pistoletazo de salida a un partido de ida y vuelta continua. En el minuto 8, el mismo Ferrán confeccionó la jugada del segundo tanto de su equipo, que acabó introduciendo en su portería Daniel Sánchez, defensa del Oliver Wyman, que llegaba desequilibrado.

Como si de un partido de ping-pong se tratase, los visitantes devolvían cada ataque emprendido por los locales. Oliver Wyman puso la maquinaria en marcha y Jaime Quereda se apuntó un doblete más en la noche del jueves. En el minuto 16, transformaba un penalti sin discusión. Para en el 20, poner el 2-2 en una jugada aislada, a la salida de un córner. No le dio tiempo al árbitro del partido a pitar el final del primer acto cuando el portero de Leyton, Javier Rubio, se atrevió a salir de su guarida y darse un paseo por zona de ataque, con tanta suerte que aprovechó un balón suelto para poner a su equipo por delante antes del intermedio. Fue tan ofensivo el partido que ni el meta local quiso quedarse fuera de la fiesta.

La primera parte parecía insuperable en cuanto a ritmo, hasta que llegó la segunda. Leyton volvió a tomar la iniciativa en el encuentro y Ferrán Arumi remataba una pelota a la salida de un córner por la parte derecha del ataque local, con lo que puso tierra de por medio.  4-2. El quinto fue obra de Juan Narváez, que bajó al piso un balón largo de su portero y definió magistralmente ante el meta rival.

Corría el minuto 40 y tocaba entregar el testigo del juego a Oliver Wyman, no sin dejar de crear ocasiones continuas que pudieron reflejar un resultado mucho más elevado en el luminoso que el definitivo 5-4. Jordi Blanch, casi sin querer, golpeó el 5-3 al fondo de las mallas en el minuto 42. Más tarde, Harry Walker, haría el gol más bonito del encuentro en una combinación sublime entre los atacantes del equipo visitante. 5-4, sin tiempo para más.

Los goles no siguieron llegando porque el tiempo en el fútbol es limitado, pero no porque ambos conjuntos vieran mermadas sus condiciones físicas. Sorprendió cómo, tanto Leyton como Oliver Wyman, llegaron frescos a los minutos finales de un apasionante duelo. Sin ninguna duda, habrá que seguir de cerca cada partido de estos dos agitadores del balompié, que tantas noches de diversión nos van a dar de aquí en adelante.