J8 – La Esquina de Chamberí vs Pangea

El líder del Grupo 7 cerró pronto el choque y se dio un festín ante Pangea. Continúan intratables y cuentan sus partidos por victorias. Alex López prosigue en su lucha por el pichichi con cuatro goles más a su casillero.

La Esquina de Chamberí hizo gala de su etiqueta de invencible. Un líder del Grupo 7 más reafirmado si cabe gracias a otro paseo triunfal en el que trituró al colista, que lo intentó con ahínco pero sigue buscando sus primeros puntos de la temporada. Para los locales son todo buenas noticias, clasificados para la máxima categoría de cara a los Playoffs, suman sus ocho partidos por victorias y sus sensaciones en el campo son inmejorables. El equipo vuela y se traduce en el campo en goles. Esta vez se dio un festín ante un necesitado Pangea y ya acumula 47 goles a favor. Se le caen de los bolsillos.

Cerraron pronto el partido los de Chamberí con una puesta en escena intensa, decidida y ambiciosa. Desde el primer minuto se adueñó del balón de forma abusiva y encerró a Pangea en su propia área, incapaz de achicar aguas ante el torrente goleador que le amenazaba y que salió demasiado temeroso. Le costó abrir el marcador pero con el primero vinieron todos en cascada. José María Cubillo abrió la lata con una portentosa cabalgada por el sector izquierdo que finalizó con un zurdazo cruzado. Menos de un minuto tardó Alejandro López en hacer más daño aprovechando la caraja de la zaga rival con un tiro lejano desde la frontal que ejecutó sin oposición y entró pegado al palo.

A ellos se unió Antonio García culminando una gran acción individual en la que participaron casi todos los integrantes del equipo. Los locales disfrutaban y todo fluía. Pangea representaba la otra cara de la moneda, impotente y pidiendo a gritos el final del primer tiempo. Cubillo, aprovechando un balón suelto sin dueño dentro del área, y Alejandro López harían que su escuadra se marchara al tiempo de descanso con una manita a favor. Éste último con un gran derechazo a bote pronto sobre el balcón del área.

Con el partido totalmente fulminado, la segunda mitad sirvió de reinicio. Como si de uno nuevo se tratara. Al menos eso intentó Pangea, que con tan abultado resultado en el marcador pareció liberarse mentalmente. Consiguió recuperar sensaciones a partir del balón y adelantó líneas para buscar la portería rival y no irse de vacío, ni el marcador ni en su contador personal de moral. Para ellos fueron los primeros minutos del segundo acto, donde incluso marró un penalti. Haría su primer tanto pocos minutos después con tanto de Carlos Sánchez al aprovechar un fallo del Luismi Besteiro merced a la relajación del marcador.

El gol reactivó a La Esquina de Chamberí, que pareció despertar y quiso hacer sangre, aprovechando para el reconforte y deleite personal. El encargo de ello sería Alejandro López, que con dos tantos en el tercio final se encargaría de firmar su póker para poner el epitafio al enfrentamiento con un disparo lejano y otro tanto fruto de una gran jugada personal con la que se plantó frente al portero, al que superó con facilidad.