J4 – La Esquina de Chamberí vs Mazars

Con una segunda parte heroica en la que marcó un hat-trick, remontó un duelo que Mazars tenía en el bolsillo. Encuentro lleno de emociones que no pudo tener un mejor final para el espectador. Un golazo olímpico de Cubillo decantó la balanza.

Trepidante inicio del partido en el que ambos conjuntos dispusieron de ocasiones para ponerse por delante. Sin embargo, Alejandro López fue el único que demostró llevar la mira bien ajustada desde casa. Magnífico golazo el que marcó para adelantar a La Esquina de Chamberí a los siete minutos de partido. Inapelable zapatazo desde tres cuartos de campo dirigido a la mismísima escuadra. No había mejor manera para romper el empate inicial.

El gol despertó todavía más a un Mazars que comenzó a engrasar su maquinaria gracias a un Borja Martínez que se movió a la perfección entre líneas para hacer daño. De hecho, él mismo pudo igualar la contienda con un zurdazo raso cruzado ante el que David Mora sacaba un pie salvador. Poco después, Alejandro López ampliaba la distancia con otro remate a la escuadra tras un centro raso de Guillermo Díaz. El 2-0 actuó como un desfibrilador para el cuadro azulón, que se llenó de energía para castigar al arquero local.

En el 18’, Carlos Pulpillo sembró la semilla de la duda en la cabeza de David Mora, que no pudo atrapar el disparo de Borja y dejó un balón muerto para que Mazars recortara distancias. Dos minutos después, Borja Martínez igualaba la contienda con un lanzamiento de falta desde tres cuartos que se le escapaba entre las manos al arquero, en gran parte gracias a la falta de visión provocada por Luis Puertas. Apretarían los visitantes para aprovechar la incertidumbre en la portería de La Esquina de Chamberí.

Dos minutos después, Luis Puertas culminaba la remontada con un disparo con rosca al primer palo en el que Mora debió hacer más. El 2-3 caía como un mazazo en las filas del conjunto negro, que veía cómo se le escapaba la renta obtenida en un santiamén. Para más inri, otros dos minutos después, esta vez en el 24’, Borja Martínez abría brecha en el luminoso al anotar el cuarto de los suyos. Luis se liaba en un contragolpe con el que se marchaba solo, pero rectificaba a las mil maravillas para esperar ayudas y asistir a su compañero, que definía a la perfección al palo largo.

Rostros muy serios con los que La Esquina de Chamberí se marchó al descanso. Dolorosa y muy complicada remontada la que habían sufrido, encajando cuatro goles en seis fatídicos minutos. Ante la ausencia de una cabina cercana, José María Cubillo tuvo que aprovechar el banquillo para enfundarse el traje de superhéroe y atarse la capa al cuello. Nada más pisar el césped, recortó distancias con un disparo directo a la escuadra, aprovechando el mismo saque desde el centro del campo.

Se le atragantaría el empate al cuadro local, que empezó a sufrir para superar la maraña defensiva planteada por un Mazars dispuesto a darlo todo por mantener su ventaja. Sin embargo, una gran jugada entre Alejandro López y David Bartolomé se convertía en el empate cuando el reloj del colegiado marcaba el minuto 33. Poco duró la alegría en La Esquina de Chamberí, ya que dos minutos después, Luis Pardo volvía a adelantar a los azulones al remachar un pase de la muerte. Los jugadores del cuadro negro se quedaron hundidos, plasmando sus dudas sobre el campo en pequeñas discusiones ante las que Alejandro López tomó la batuta para organizar a los suyos.

Con la cabeza en su sitio y con el fútbol que tantas veces han demostrado, los locales empezaron a apretarle la soga al cuello a un Mazars que se mantenía con vida a medida que pasaban los minutos. Pintaba muy negra la cosa hasta que José María Cubillo salía al rescate, ya que un gran poder conlleva una gran responsabilidad. En el 48’ igualó el duelo con un rechace y en el 49’… Lo que hizo en el último minuto solo tiene un nombre: barbaridad. En la última del partido corroboró su proeza, dándole el triunfo a La Esquina de Chamberí con un golazo olímpico para continuar con el pleno de victorias.