J4 – Inter Madrid vs Pragsis Bidoop

Los goles y la lluvia fueron protagonistas en un magnífico partido en el Luis Aragonés. Alternancia en el marcador y emoción hasta el final fueron los ingredientes de un encuentro vibrante.

Duelo igualadísimo el que vivimos ayer por la tarde entre dos equipos que buscaron la victoria de principio a fin, pero no de cualquier manera, ya que ambos conjuntos querían llegar a la meta rival con jugadas elaboradas y con un trato exquisito por la pelota. El partido echó a andar de una forma un tanto extraña, pues Pragsis Bidoop se había presentado a la hora de inicio con tan solo 6 jugadores, algo que Inter Madrid sabía y quería aprovechar antes de que el séptimo jugador visitante llegara a la instalación. Pero, contra todo pronóstico, los locales no consiguieron transformar esa ventaja numérica en goles, pese a que en los compases iniciales de la porfía tuvieron múltiples oportunidades de poder convertir.

Y claro, se dice que quien perdona lo acaba pagando, y así fue una vez más. Los naranjas, ya con siete jugadores sobre el terreno de juego, y en su primer acercamiento, anotarían el primer gol. Borja Rodríguez controló un saque de banda, y ante la sorprendente parsimonia defensiva de Inter Madrid, ajustó el disparo al palo largo y colocó el 0-1 en el marcador. El intercambio de golpes se sucedía, y cualquier cosa podía ocurrir. Pero al filo del descanso, cuando los naranjas ya se hacían con ventaja en el entreacto, llegó el empate. Inter Madrid botó un córner desde la derecha, Juan Avilés remató con dificultad debido a la presión de un rival, pero su disparo llegó al segundo palo donde apareció Roberto Jorge para empujarla y dar alas a su equipo a tan solo un minuto de llegar al descanso. Y con tablas en el marcador nos fuimos.

La segunda mitad iba a traer una invitada especial a la fiesta, ya que la lluvia intensa apareció durante los últimos 25 minutos en el Luis Aragonés. Unas condiciones que hicieron que el duelo nos ofreciera la misma cara, pero a mayor velocidad por el estado húmedo del césped. Aunque, en los minutos iniciales, el gol no llegó en una jugada veloz, sino en otro saque de esquina. Esta vez era Pragsis Bidoop quien lanzaba desde el mismo perfil que tanto daño les hizo en los minutos finales del primer periodo, y ahora la historia iba a ser diferente para ellos, ya que Andrés Martins pudo celebrar, en su debut en la competición, su primer gol gracias a un excelente testarazo en el segundo palo.

Lejos de perderle la cara al encuentro, Inter Madrid se fue hacia adelante, y en una jugada de alta escuela, moviendo el balón de forma precisa y enérgica, volvió la igualada. Marcos Caviró, más pillo que nadie, pilló a la zaga visitante en un renuncio, protestando una falta inexistente, para remachar el balón desde el área pequeña y celebrar aliviado.

Y tras el empate, Rock&Roll bajo la lluvia de los granates, porque el gol del empate les hizo reaccionar y con él, llegaron sus mejores minutos. 4 minutos después de poner las tablas, Eduardo Laviña controló en el costado derecho del área y, libre de marca, golpeó fuerte abajo para adelantar a Inter Madrid por primera vez en el duelo. No contento con eso, y prácticamente seguido, un contragolpe conducido y finalizado por el propio Eduardo Laviña, terminaría de nuevo en el fondo de las mallas, y poniendo el 4-2.

Parecía definitivo, pero a Pragsis Bidoop nunca hay que darle por muerto, y con solo 7 jugadores lograron la hazaña. A tan solo 5 minutos para el final, Daniel Marín lanzó un misil tierra-aire imposible para el meta local, que acababa de realizar tres grandes intervenciones, y claro, esto dio alas a los suyos. Toda gran hazaña tiene un héroe como protagonista, ese del que se habla en cada historia, y ésta tuvo en Carlos Ramírez su héroe particular. Con un diluvio intenso cayendo y a tan solo tres minutos del final, la épica estaba servida, y no se achicó ante el reto. Desde media distancia, con la derecha, presentando el interior y con una técnica muy depurada, al palo largo. Así finalizaba esta historia, con un 4-4 que puede que no dejara satisfecho a nadie, pero que fue un señor partido de fútbol.