J7 – ILPKG vs Game

Serio partido en todas las líneas de los blancos, que unido a su tremenda puntería, no dieron opción a un rival negado frente a la portería. Dos tempraneros goles de Alberto Gómez, que regaló otros dos, y Alejandro Silva marcaron el choque. Juan Garrido aumentó diferencias. Miguel Cordón recortó, pero Roberto Moya puso la puntilla.

Madrugó Game en el partido y, cumpliendo el refrán, cualquiera que sea la justicia futbolística le ayudó. Un intenso arranque, traducido en dos goles, y una posterior concienzuda sólida actuación de su bloque le devolvieron a la senda de la victoria tras tres partidos hincando la rodilla que le hicieron bajar de la parte noble de la tabla del Grupo 14 del Torneo Apertura. Lo quiso más el conjunto blanco, que comenzó ganando sin haber jugado el primer balón y en menos de cinco minutos prácticamente había liquidado el choque. Un disparo de saque directo de Alberto Gómez, que acompañaron con la mirada portero y último defensor rojillo, retrató a ILPKG, cuya plomiza entrada fue una pesada piedra en su mochila que acabó costándole los tres puntos a posteriori.

Para colmo, tras otra ocasión de Alberto Gómez con un disparo escorado, regaló el segundo antes de que se cumplieran los primeros cinco minutos a Alejandro Silva, que solo la tuvo que empujar tras gran cabalgada a la contra por el sector izquierdo. La desventaja y la necesidad descongelaron por obligación a ILPKG, que, con más ganas que plan, se lio la manta a la cabeza para armar la ofensiva a la desesperada para meter la cabeza en el partido cuanto antes. Tan a la desesperada, que acabó por destaparse los pies y lo aprovechó a la contra Game para poner la puntilla con el tercero gracias a una contra de elaboración fugaz finalizada por un buen derechazo desde la frontal de Juan Garrido, de palomero.

A partir de ahí comenzó la gestión inteligente de Game, que incubó la contienda a fuego lento en su nido. No les importaba ceder el balón a los rojos, con claro apetito de acciones positivas y tratando de pisar área rival con demasiada celeridad. Sin embargo, se enredaban en la circulación. Únicamente algún fogonazo de Óscar Expósito, como un mano a mano que cruzó demasiado, fueron las únicas noticias ofensivas de ILPKG. Por el contrario, veía sobrevolar el cuarto, como con un misil de Roberto Moya de falta al travesaño para cerrar la primera mitad.

En la reanudación dio una vuelta de tuerca a su voluntariedad el bloque rojo y se encontró con el gol tempranero de Miguel Cordón, que con un sutil toque para superar al meta rival hizo bueno un magnífico servicio de escuadra y cartabón de Jorge Amor. El impulso del gol y el creciente dominio rojillo parecía pintar un nuevo escenario, pero su poca mordiente y puntería acabaron por nublar su momento, engullido por la aceleración de buscar el empate antes que el segundo. Ni Óscar Expósito ni José Luis Flórez cogieron el tren a la remontada. Confió Game en su plan, en el de esperar la tormenta y asaltar el gol que escribiría el epílogo, y la jugada le salió ganadora. De nuevo Alberto Gómez, “Míster Catering”, sirvió en bandeja de plata la sentencia a Roberto Moya, que antes había robado la pelota que originó esa acción y que él mismo finalizó a placer para devolver las buenas sensaciones a su equipo.