J7: Hipoges Iberia vs Abante Asesores

Pese a que los blancos aguantaron en la primera mitad y Rubén Arribas anotó tres goles, los asesores fueron un rodillo y acabaron goleando 13-4 con relativa facilidad.

Nada hacía presagiar la goleada rojilla cuando en el primer minuto la presión de Hipoges hizo que un despeje de Menéndez se estrellara en el larguero tras rebotar en un jugador blanco. Los financieros habían salido animosos y tratando de presionar arriba para dificultar la salida de los asesores, pero ese arma de doble filo se convirtió en una contra dirigida por Jaime García y finalizada por Domecq con un disparo al palo corto.

Las buenas intenciones blancas y su juego de toques en corto se topaban con un Abante que salía con velocidad a la contra y que pudo hacer el segundo, pero Velasco no acertó con todo a favor. En el otro área era Rubén Arribas quién comenzaba a dar sensación de peligro al finalizar una contra con un duro disparo abajo que era despejado por el meta. Fue el aviso de lo que llegaría tan solo un minuto después, cuando Javier Zumalacárregui superaba al portero con un disparo que se colaba por el palo corto.

La falta de centrocampismo hizo que el partido- y en especial Hipogés- se partiera en dos, lo que facilitó la tarea de unos asesores que salían con mucha claridad y merodeaban la frontal del área con total libertad, lo que les permitió marcharse en el marcador con las dianas de Velasco tras un tiro desde la frontal y Domecq al aprovechar una asistencia de Velasco en una nueva contra.

Zumalacárregui y Medrano buscaban generar peligro arriba con sus desmarques y Rubén Arribas entraba por la izquierda para probar fortuna en cuanto encontraba el espacio pero el buen hacer de Menéndez en la zaga rojilla y la falta de repliegues permitieron a los asesores romper el partido pese a que fallaron múltiples ocasiones. Tras varios disparos de Aparicio desde la frontal, por fin encontró premio con un zurdazo desde la frontal.

La recta final del primer tiempo fue un viaje constante a las áreas sin que el balón se detuviera en el centro del campo. Primero fue Arribas quién recortó distancias con una internada por banda derecha y su disparo al palo corto, y tan solo dos minutos más tarde, el Aparicio asistía a Jaime García para que marcase dentro del área pequeña. De nuevo Rubén Arribas se negó a entregar la cuchara al cazar una contra y superar al portero con un certero remate.

Pero solo fue un espejismo ya que Abante volvió a golpear con un gol del 11 desde la frontal que dejaba el marcador al descanso con un claro 6-3. Y pudo ser peor el castigo para los blancos de no ser por la buena actuación del portero y la doble intervención del poste tras un jugadón de Aparicio -ruleta incluida- que se topó con la madera y el posterior remate de Velasco directo a la cepa.

Tras la pausa los rojillos salieron decididos a cerrar el partido y es que habían perdonado demasiado. Hipogés se estiró demasiado y optó por dejar a dos hombres arriba, lo que acabó condenándoles ante la superioridad rojilla en mitad de la cancha. Y eso que Arribas pudo acortar el marcador con una vaselina que se marchó rozando el larguero, pero la realidad estaba en el otro área, donde el portero blanco rechazaba un disparo duro de Jaime pero no podía hacer nada ante el remate posterior de Domecq.

Y es que la falta de gasolina y ayudas en defensa acabó por convertir el partido en un calvario para el meta financiero, que fue de lo mejor de su equipo. Velasco y Domecq aprovecharon para inflar sus estadísticas con el octavo y noveno tanto, y el siguiente en sumarse a la fiesta fue Hermenegildo, antes de que Arribas recogiera un balón kilométrico y tras pelear con la defensa acertara a superar al portero.

El toque de calidad lo puso un Aparicio que dejó muchos detalles y un sin fin de regates, como los protagonizados en el 11-4 tras caracolear en la frontal y colocar el balón en el palo largo. La jugada más sintomática llegó en la recta final cuando Velasco y Domecq se plantaron ante el meta blanco ante la falta de ayudas de sus compañeros, y primero el 9 se topó con el poste y luego el 14 mandó el balón a las nubes. Fue la tónica de un partido que pudo acabar con un resultado mayor y que se cerró con los goles de Velasco y Domecq sobre la bocina.