Grupo Social Once “A” vs Securitas Direct Contact Center B

Los visitantes partían como favoritos antes del choque y no decepcionaron ante un rival que hizo un excelente trabajo durante los 50 minutos de juego, les puso contra las cuerdas y a punto estuvieron de culminar la remontada en la recta final.

Las fechas de eliminatorias siguen su curso en esta apasionante Liga Clausura, dando lugar a un interesantísimo choque entre Grupo Social Once A y Securitas Direct Contact Center B. Un encuentro que iba a ser rocoso, duro, poco vistoso y de mucho duelo y enfrentamiento, puesto que ya desde la previa, ambas escuadras sabían que el ser o no ser dependía de estos 50 minutos, y todos miran de reojo a esa magnífica final que espera a aquellos que vayan pasando rondas.

El primer tiempo fue un constante quiero y no puedo. Securitas Direct Contact Center B era el dominador claro de la pelota, pero lo movía muy lento, sobrando siempre un toque de más a todos sus integrantes y sin lograr conectar ni un solo disparo que generase algo de inseguridad a la zaga y portería local. Por su parte, Grupo Social Once A se limitaba a cerrar espacios y defender en un bloque bajo muy claro, con la figura de Pablo Molina descolgada tratando de pillar algún balón que bajar para temporizar la llegada de sus compañeros en transición ofensiva, pero siempre muy solo y en clara desventaja, por lo que era prácticamente una utopía pensar en adelantarse con las líneas tan bajas.

Así, sin pena ni gloria alcanzamos el entretiempo, con un soso 0-0, donde las defensas se habían impuesto clarísimamente a los ataques, los porteros eran meros espectadores y el futbol de medio campo era predominante. Además, las faltas constantes de ambos equipos no habían dejado que el partido alcanzase el ritmo que solemos ver en estas fases de la temporada y en campos de las dimensiones de Trivema.

Ahora bien, ambas escuadras se habían reservado lo mejor para el segundo acto, pues fue comenzar y ver el primer tanto del encuentro. Michael Adao, el único jugador que había intentado algo distinto en la primera, recibió pegado a la línea de cal para iniciar una carrera de fuera hacia dentro que te habría firmado el mismísimo Robben, y la pegó tensa abajo para colocar a los rojillos por delante en el primer minuto de juego tras la reanudación.

Queríamos salsa y el kétchup no salía, hasta que salió. Porque cuatro minutos después, en una posición similar al primer tanto de los suyos, Daniel González recibió, levantó el periscopio, fijó el objetivo y para dentro mandó el balón con un zurriagazo impresionante, imposible para el meta. Securitas Direct Contact Center B se lo creía, no quería aflojar, y encontró el tercero para completar siete minutos de ensueño. En esta ocasión, el encargado de materializar el tercero fue Nacho Morano con una vaselina milimétrica desde la banda, haciendo un remate imposible y haciendo saltar por los aires cualquier tipo de lógica tras el primer acto observado.

Los locales no iban a rendirse, cambiaron la formación, metieron dos puntas y empezaron a asediar el área rival en busca de un tanto que les diera vida, algo que consiguieron en el 41 por medio de su “killer” Pablo Molina, que anduvo listo dentro del área para empujar la pelota tras un balón parado. Bocanada de aire y moral arriba, ¿resultado? Segundo gol en un minuto para los blancos, esta vez de Álvaro Martín, que guardó la fe en un balón dividido y remató con holgura a portería vacía.

Ocho minutos de infarto donde la tensión era tal que estábamos a punto de electrocutarnos, pero Alberto Penela llegó con agua bien fresca para apagar el incendio que se había producido en Securitas Direct Contact Center B, anotando el cuarto en un uno contra uno muy bien ejecutado. El partido daba sus últimos coletazos cuando Cristian Araque sacó la zurda a pasear y sentenció una eliminatoria vibrante.