Grupo Cobra vs Murillo Café

El ’17’ rompió la igualada a un minuto del final y emprendió el ‘simpa’ de Grupo Cobra hacia la siguiente ronda sin que sus errores tuviesen consecuencias. Gracias a su doblete, la eliminatoria evitó una tanda de penaltis de máxima tensión como colofón a un duelo de sangre caliente desde el primer minuto.

Grupo Cobra certificó su clasificación entre los ocho mejores conjuntos de la Liga Apertura Urban Sports Club con un agónico triunfo sobre Murillo Café que no se concretó hasta el 49’. Alberto Piris anotó un tanto que permitió respirar aliviados a los suyos al sortear en el último instante la lotería de los penaltis. Pese a dejarlo finiquitado el goleador azul, los hosteleros tuvieron en sus botas el tanto del empate en unos últimos segundos en los que ni Daniel Colina ni Ezequiel Sánchez estuvieron tan precisos como para convertirse en héroes.

La tensión propia de los octavos de final se palpó desde unos primeros instantes de pugnas constantes, demandas constantes al responsable arbitral y también dianas en Oña Sanchinarro. El primer gol de la noche no se demoró y tuvo en Andrés Sisco su figura protagonista, cazador al segundo palo de un envío lateral que premió la mejor puesta en escena de Murillo Café. No quedó ahí la proliferación de fútbol amenazante en las proximidades de las áreas, y es que la primera mitad de ambos conjuntos fue toda una oda al juego ofensivo.

Mientras las primeras amonestaciones hicieron acto de presencia como castigo del exceso de verborrea en la cancha, Marcos Gullón consiguió devolver la igualada al marcador en la primera tentativa de peligro de Grupo Cobra, viéndose obligado a probar fortuna desde larga distancia. Pero el 1-1 aguantó en vigor un parpadeo, y es que Ezequiel Sánchez buscó portería inmediatamente desde el saque de centro y encontró el error de Unai Andrés, sorprendido por este latigazo que se coló entre sus piernas.

Los roces en cada disputa se convirtieron en una dinámica habitual hasta que Cobra encontró poso para desplegar al fin su estilo. Los constructores fueron de menos a más durante el encuentro, ayudados quizás por el agotamiento que tuvo que pagar el cuadro rojo después de su revolucionado arranque. Así empezó a manifestarse con mayor frecuencia una profundidad por bandas inédita en los locales hasta entonces, una fórmula que les ha traído enormes resultados a lo largo del curso y este jueves no iba a ser una excepción. Alberto Piris y sus diabluras llegaron a línea de fondo por el costado izquierdo, dejando por el camino a Guillermo Teixeira, y su envío tuvo la suerte de toparse con Manuel Tellechea como el rematador involuntario que introdujo la pelota en su propia portería.

En los centros laterales vio Alberto Piris una mina para revertir la situación de Grupo Cobra. Minutos después del 2-2, el ‘17’ se puso en el papel de ‘cazagoles’ para definir el tercer gol local a la salida de un córner. Esta remontada tuvo lugar en un momento clave, justo antes del descanso, y Marcos Gullón desaprovechó la oportunidad de hacer el cuarto por no animarse a golpear con la zurda ante un guardameta vendido.

Sin embargo, a contracorriente pudo apreciarse de nuevo la mejor versión de Murillo Café. En plena crisis, los hosteleros ejecutaron la mejor jugada de la noche moviendo la bola de un costado a otro antes de que Wilson Medina conectase con Miguel Diniz para hacer el 3-3 con una preciosa volea. Esta nueva igualada amenazó seriamente con emplazar la eliminatoria a los segundos penaltis consecutivos para los ‘vinotinto’, una posibilidad que hubiese sido real de no ser porque Alberto Piris tenía otros planes: el delantero se coronó a un minuto del desenlace transformando el 4-3 en su última bala, tras un robo en zona delicada que evitó que el vencedor tuviese que pasar por el siempre traicionero punto fatídico.