EY FSO vs Inter Madrid

Tras ir perdiendo 0-2 al descanso, EY FSO se activó y consiguió darle la vuelta al partido gracias a una actuación estelar de Pablo Moya. Pese al empate de Conrado Caviró, los locales no perdonaron y sellaron su pase a la semifinal.

El fútbol destaca por muchas particularidades que son diferenciales y que pueden hacerte ganar o perder un partido: el error de un portero, una falta bien ejecutada, una jugada de estrategia… pero al final, la máxima de este deporte es la misma y no es otra que hacer que el portero rival tenga que recoger más veces el balón del fondo de la red que tu portero. También influye el factor mental y es que, cuando peor pueden pintarte el partido, puedes ser capaz de remontarlo si confías en tu juego.

Eso debió pensar EY FSO cuando vio que al descanso iba por debajo en el marcador con una diferencia de dos goles y que apenas había conseguido inquietar la meta rival. Tampoco debemos engañarnos, en el fútbol también ayuda, y mucho, tener un futbolista diferencial. El conjunto de blanco tiene la suerte de tenerlo en sus filas ya que Pablo Moya lo es. Sus goles no aparecieron hasta una segunda mitad que, visto lo sucedido en la primera, se antojaba plácida para Inter Madrid.

El conjunto visitante fue dominador en los veinticinco minutos iniciales. Tratando de encontrar siempre al compañero libre, movieron el esférico con rapidez y dinamismo, tal y como se pide en esta modalidad de fútbol. Su buen hacer sobre el césped se vio recompensado por partida doble en los goles de César Manzanera y Marcos Caviró. El primero de ellos fue una genialidad del futbolista ya que, al ver adelantado al meta rival, no dudó en picársela desde fuera del área, llegando a encontrar su recompensa. El segundo, culminó llegando desde atrás un centro enviado desde el perfil diestro.

“Seguimos igual que podemos”, era lo que se gritaban los futbolistas del EY FSO al volver del descanso, adivinos tal vez de que encontrarían su recompensa por partida triple en poco más de diez minutos desde el inicio de la segunda mitad. Pablo Moya, por partida doble, y Víctor Salas le dieron la vuelta al resultado y también a la eliminatoria, llevando la efectividad y el olfato goleador por bandera.

Conrado Caviró alivió el fuego que estaba llevando EY FSO por bandera ya que anotó el tanto del empate cuando aún le quedaban al partido diez minutos exactos. Sin embargo, EY FSO no fue partidario de llevar el encuentro y la eliminatoria a la lotería de los penaltis y apretó el pie en el acelerador para darle un ritmo más al partido y poder decantarlo de su lado.

Pablo Moya, de nuevo, en una jugada digna de Erling Haaland, volvió a dar la ventaja en el partido al equipo local. Agachó la cabeza, apretó la zancada y eliminó las telarañas de la portería rival con un cañonazo al que nada pudo hacer el portero. Lo celebró con los brazos extendidos, mirando a un público que, de haber estado allí, hubiese vibrado con el tanto que acababan de vivir. En la última jugada del partido, Jaime Yuste embocó al fondo de las mallas un rechace que quedó suelto por el área y, con los jugadores celebrando el tanto, el árbitro decretó el final del partido. Victoria para EY FSO en cuartos de final, avanzando así hasta una semifinal en la que se enfrentarán a Sosfe, que se impuso en su partido a Pragsis Bidoop por 2-8.