J5 – Ecija vs Inter Madrid

En un partido donde hubo de todo un poco, fueron los rojillos los que gracias al definitivo 7-3 se marcharon con los tres puntos del Recuerdo. Fernando Prida y Carlos Fernández lideraron a Écija hasta el triunfo a base de dobletes.

No hubo instante para aburrirse en los campos del Colegio Recuerdo durante el partido que enfrentó a Écija e Inter Madrid, con resultado de 7-3 para el cuadro rojillo. El duelo estuvo aderezado por un penalti, un par de expulsados, buenas jugadas y sobre todo por muchos y variados goles que provocaron el deleite de los presentes. Ambos equipos instalados en la zona templada de la tabla dentro del Grupo 4, estaban necesitados de un marcador positivo que les devolviera confianza de cara a los próximos enfrentamientos, pero fue finalmente Écija quien en un duelo algo accidentado consiguió ese objetivo. La empresa se le presentó de inicio muy compleja tanto a rojillos como a interistas, que acudieron con muchas e importantes bajas, sin poder contar incluso con hombres de refuerzo en el banquillo.

El balón puesto ya en funcionamiento se mostró indomable sobre un césped muy rápido por la lluvia caída durante la jornada, lo que provocó las constantes imprecisiones y pérdidas por parte de los jugadores de ambas escuadras. Écija e Inter Madrid pronto quisieron calentar el frío ambiente del Recuerdo a base de goles, pudiendo disfrutar de cuatro en los primeros minutos de juego. Fernando Prida se encargó de abrir el marcador con el 1-0 para los rojillos. Con el cuero en sus botas realizó un disparo raso y potente y colocándolo pegado al poste derecho de Guillermo San Román adelantó a Écija en el luminoso. Sin embargo cuando todavía estaban los locales en plena celebración, apareció Eduardo Laviña para responder con el gol del empate en la acción posterior al saque de centro, devolviendo a ambos equipos a la casilla de salida.

Aprovechando la inercia que les daba este tanto, los verdes certificaron su remontada cuando corría el minuto 8, gracias a una jugada a balón parado. La pelota fue botada desde la bandera cayendo cerca del segundo palo, queriéndola controlar Pablo Olmedo se formó una especie de melé y el 10 interista consiguió al fin meterla en la tronera, subiendo el 1-2 al marcador. Le tocaba mover ficha a Écija, poniéndose de inmediato en busca del empate que no tardó en producirse. La zaga despejó un balón que salió rodando hasta la media luna y llegando de frente Miguel de la Puente la pateó a ras de suelo, consiguiendo el gol que devolvía la igualdad al encuentro. El disparo de Fernando Prida contra la madera sirvió como ensayo del 3-2 para Écija, que tuvo a Carlos Fernández como protagonista. El 10 rojillo pinchó un balón centrado por alto, se internó en el área y una vez se deshizo del cancerbero lo embocó ya a puerta vacía, poniendo en ventaja a Écija por segunda vez en el choque.

El segundo periodo fue un verdadero correcalles, convirtiendo ambas escuadras al marcador en un verdadero carrusel. Aunque Inter Madrid tuvo que pelear con un jugador menos por la lesión de Alfonso Timón, al que deseamos una pronta recuperación, los verdes nunca le dieron la espalda al partido. Écija en superioridad numérica pudo abrir la brecha en el marcador con el cuarto cuando apenas habían transcurrido dos minutos desde la reanudación del juego. Se sucedieron los momentos más difíciles para los forasteros que ahora sin saber cómo reaccionar encajaron el 5-2, anotado por Carlos Fernández que libre de marca no tuvo oposición para superar a San Román en el mano a mano. El tercero para Inter Madrid estuvo originado en un derribo sobre Jorge Espinosa dentro del área que desembocó en un penalti que fue ejecutado a la perfección por Marcos Caviró.

Con el partido muy roto los dos conjuntos se volcaron con total descaro hacia las metas, siendo Écija el que pescara sus dos últimos tantos cuando estaba el tiempo reglamentario a punto de consumirse. Primero apareció Julián Calero para aprovechar una asistencia de Carlos Fernández batiendo al portero con un tiro desde la frontal del área y poco después Fernando Prida, lanzando una falta lejana sorprendió a Guillermo San Román que estaba muy tapado por un bosque de jugadores, cerrando el 7-3 que daba a Écija su segunda victoria en el Clausura.