Ecija vs IBM

Los locales se impusieron por 2-0 en un partido en el que el papel del 31 fue vital para su victoria. Los visitantes no lograron hacer daño a sus adversarios a pesar de que la igualdad fue la tónica dominante durante todo el encuentro.

Ganar los partidos igualados es lo que marca la diferencia entre los grandes equipos que aspiran a lograr títulos. De nada sirven las goleadas abultadas si en los duelos en los que el rival te pone contra las cuerdas no tienes capacidad de reacción para sacar el encuentro adelante. Ecija demostró en su enfrentamiento contra IBM que sí tiene lo que hace falta para vencer en estas situaciones. Ambos conjuntos mantuvieron un pulso igualado que los locales acabaron ganando apoyándose en dos pilares básicos: La portería a cero y la efectividad arriba.

Desde el primer momento la intensidad con la que los dos equipos saltaron al césped dejó claro que esto no iba a ser un paseo para ninguno de los dos conjuntos. Cada balón dividido era una batalla de una guerra que iba a durar los 50 minutos de partido. Aunque la primera parte concluyó sin goles los dos equipos tuvieron sus ocasiones de romper el marcador antes del termino de los primeros 25 minutos. La actuación de ambos porteros, sumado a la falta de puntería en situaciones puntuales, dieron como resultado que la igualdad inicial continuase reinando.

El inicio del segundo tiempo tampoco trajo consigo goles. Los dos conjuntos apretaban todo lo que podían, pero ninguno se encontraba con el tanto que abriese el marcador. La sensación era que quien consiguiese anotar primero se llevaría el encuentro, pero la cuestión era precisamente esa, quien sería el héroe que conseguiría abrir el marcador. En esta historia el superhombre iba a vestir de rojo y se iba a llamar Diego Fontán. El jugador de Ecija rompió por fin la igualdad en el minuto 32 con un gol que bien mereció la espera. El 31 se encontró un balón suelto en el centro del campo, con el bote perfecto para golpearla de volea, y así lo hizo. La trayectoria de la pelota fue ideal e hizo al tiro imparable. Los locales habían hecho lo más difícil, ahora era de vital importancia para ellos mantener la ventaja lograda.

IBM estaba al borde del precipicio, no podía especular con el marcador y el tiempo jugaba en su contra. Los visitantes pusieron toda la carne en el asador y comenzaron a prescindir de hombres en defensa para sumarlos al ataque. Por su parte, Ecija supo jugar con el resultado y decidió protegerse, pero sin encerrarse en su área. Los visitantes intentaban buscar el hueco en la defensa rival con posesiones largas, pero no estaba surtiendo efecto. Sus rivales no tenían problemas en concederles el balón a sabiendas de que en una contra podían matar el partido.

Con el paso de los minutos IBM comenzaba a desesperarse con sus continuos choques contra una pared. Los locales, con la poca posesión que estaban teniendo, generaban más peligro que sus adversarios gracias a las transiciones rápidas. Los nervios estaban jugándole una mala pasada a los azulones, que no estaban encontrando el camino hacia el empate. El golpe final para ellos fue el segundo gol, otra vez obra de Diego Fontán. El superhéroe particular de Ecija condujo y caracoleó por la frontal del área hasta encontrar hueco para definir y finiquitar el partido.

El pitido final selló la victoria de los locales, que gracias a la gran actuación de Diego Fontán consiguieron una victoria de esas que hacen a los campeones. Ahora, tendrán que seguir demostrando su valía en la siguiente ronda: los cuartos de final. Allí le espera Webel App, que viene de eliminar a Sosfe por un abultado 3 a 6.