J8 – Ecija vs Copernicus

El cuadro blanquiazul acabó imponiendo su ley para derrotar a uno rojillos que terminaron por desinflarse en la segunda mitad. Juan Carlos Guerrero sostuvo a los suyos con una tremenda actuación bajo los palos pero no pudo hacer nada por evitar la derrota de los locales. Ángel Salinas con un doblete fue el más destacado de los visitantes.

Partido vital el que enfrentaba a Écija y Copernicus por las posiciones bajas del Grupo 2 del Torneo Clausura. Dos equipos que llegaban al choque separados por un solo punto y que cerraban la clasificación, buscaban una victoria con carácter de urgencia que les permitiera salir de la zona caliente de la tabla. Un triunfo que terminaría en manos de los visitantes a pesar de la gran exhibición de Juan Carlos Guerrero bajo los palos de la portería local. El guardameta, sacó a relucir todo un repertorio de paradas con las que logró mantener vivos a los suyos durante la primera mitad pero acabó por sucumbir en la segunda ante la gran pegada de los blanquiazules.

El partido arrancaba y lo hacía con los visitantes en inferioridad numérica. Con 6 jugadores tan solo sobre el verde, eran conscientes de que los primeros minutos de juego tenían que replegarse y tratar de minimizar daños ante un rival que saldría en tromba. Conscientes de la inferioridad de sus rivales, Écija saltó al verde con el cuchillo entre los dientes en busca de un tanto que les acercara al objetivo. Algo que no supieron aprovechar los locales que no fueron capaces de superar a Rubén San Martín antes de la entrada del séptimo jugador blanquiazul al terreno de juego. Con los catorce jugadores ya sobre el césped, fueron los visitantes los que dominaban la situación.

Liderados en ataque por Ángel Salinas y Javier Heredero, iba a ser el primero el que abriera la lata del encuentro. En un contragolpe de libro, el 16 blanquiazul acertaba entre los tres palos para poner a los suyos por delante. Un tanto que reforzaba la idea de los visitantes que a la contra resultaban ser mortales. Pero lejos de amilanarse, los locales iban a responder empatando el encuentro con  un tanto de Javier Carrascal. Tras un barullo en el área, el delantero rojillo en boca de gol anotaba el empate con el que devolvía las tablas al marcador. Un tanto que despertó la ira de Copernicus que se lanzó al ataque. Fue entonces cuando apareció la figura de Juan Carlos Guerrero. El guardameta sacó todo su repertorio de estiradas para desquiciar al ataque rival.

Ya en la segunda mitad la tónica del encuentro seguía siendo la misma. Los visitantes se crecían con el paso de los minutos mientras que Juan Carlos sujetaba a los suyos que poco a poco comenzaban a desinflarse. La labor del portero rojillo estaba siendo encomiable, hasta que Álvaro Martínez en un contragolpe pudo batirle con un fuerte disparo ante el que nada podía hacer el portero local. Un tanto que suponía la ruptura total del encuentro. Sin dueño alguno, el ida y vuelta se convirtió en la tónica a seguir, convirtiendo el encuentro en un correcalles en el que todo podía pasar. Dos minutos más tarde del tanto visitante llegaría la respuesta local. Fernando Prida en un nuevo contraataque establecía el 2-2 que, además de ser el empate para los rojillos iba a suponer su final.

A partir de ese momento el cuadro local desapareció por completo. Los blanquiazules asumieron el poder y se lanzaron al ataque sin piedad alguna. El bajón físico de Écija terminó por condenar a un equipo que plantó cara hasta que las piernas dijeron basta. Fue entonces cuando Ángel Salinas anotaba su segundo tanto de la noche con un cabezazo y la ayuda de la defensa rival. El delantero cabeceaba por encima del guardameta un balón al segundo palo que en el intento de sacarla de la línea, la defensa rojilla terminó por introducir más el balón en la puerta. Un gol que se convertía en la antesala de los dos tantos finales con los que Copernicus rubricaba la victoria. Gonzalo Guzmán y Javier Heredero ponían la puntilla con dos potentes disparos desde la frontal que le daban a los blanquiazules tres puntos de oro ante un rival directo.