Credit Agricole vs American Express “B”

Un doblete del ‘12’ recompensó la insistencia del conjunto azul, que sufrió para derribar el muro de un bloque local que lo basó todo a su seguridad defensiva. Antes, Martin Dussart despejó el camino con un derechazo para empatar. CNC, rival en semifinales.

De nuevo con más brío que maña, American Express B solventó otra eliminatoria peliaguda y de destino incierto. De nuevo, a trompicones, el conjunto azulón completó otra pantalla para estar a dos de pasarse el juego y llevarse el trofeo de la Tercera División a la oficina. Abatir a CNC, su próxima misión. En esta, demostró que es algo más que un equipo pegajoso, intenso, cabezón y con un ángel en la portería. No necesitó la mejor versión de Fabien Ducos, todavía convaleciente de ese tobillo que les permitió la oportunidad de estar en cuartos. Sí emergió el otro pilar del equipo, Miguel Veloso, factor diferencial en un encuentro bravo, de pierna dura.

A pesar del buen inicio de American Express B, que, lejos de su carta de presentación habitual, se mostró más a gusto con el balón que corriendo, se encontró con un bache inesperado en el camino tras su lustroso inicio. Álvaro Centeno echó la lotería y acabó por tocarle el Euromillones. Pocas veces veremos a Fabien Ducos cometer ese fallo. Un disparo liviano resbaló como mantequilla entre sus manos para sacar brillo al guion que había trazado Credit Agricole. Golpear y refugiarse en su sólido entramado defensivo. A eso fió, todo o nada, sus opciones de sellar el billete a semifinales, que se le escapó por excesivo conservadurismo.  Pocas más noticias ofensivas suyas tras ese gol. O medio gol.

Para fortuna de Fabien Ducos, su equipo minimizó el error de su capitán con una reacción formidable. Olvidó la flauta y volvió al juego de percusión donde tan bien se maneja. Con la portería entre ceja y ceja, abrasó a ocasiones a su rival. Un disparo rozando el larguero de Cedric Griveau y un paradón a Antoine Petit a bocajarro tras una interminable sucesión de rechaces fueron sus mejores credenciales al gol. En la otra esquina, una doble ocasión de Pedro Camacho y Julien Theze desbaratada por los reflejos felinos de Fabien Ducos fue la última moneda ganadora del partido de Credit Agricole. Dejó crecer a su rival, si no lo hace él ya solo de por sí, paulatinamente. En el foco de su propio torbellino, American Express B amaneció la segunda parte dando una vuelta de tuerca más a su ofensiva. Dicen que en el desorden hay una parte de orden.

Esa parte la puso Miguel Veloso, que dotó de sentido al ataque en oleadas visitante. El demonio de Tasmania, pasivo hasta el momento, se echó el equipo a la espalda para devorar el entramado defensivo rival, impoluto hasta el momento. Su imprevisibilidad y actividad empezó a desconcertar a Credit Agricole. Comenzó generando un escenario propicio para que Malik Amar golpeara el larguero tras un disparo desviado. Antoine Petit volvió a rozar el gol tras una vaselina casi sin querer. Se olía el tanto.  Fue Martin Dussart, con un derechazo raso y esquinado, el que resquebrajaría el muro. A partir de ahí, Miguel Veleso tomó el testigo para rematar la faena. Transformó un penalti de fabricación propia para hacer añicos a su rival. Y, mientras Fabien Ducos negaba el gol a Álvaro Centeno y Martin Serrand, Cedric Griveau servía en bandeja de plata la certificación del pase al propio Veloso, que solo tuvo que sortear la salida del portero rival para cerrar el choque y el pase de su equipo.