Un doblete del centrocampista local, con un tanto al inicio de cada parte, fue suficiente para tumbar a un CLH SCCO demasiado tímido y que deberá conformarse con la Europa League. Los cementeros se jugarán el liderato ante Grupo Cobra.
Lafargeholcim estará en el bombo de la fase final de la Champions. Lo hizo amargando a CLH SCCO, que se jugaba el pase en un duelo a vida o muerte ante su rival directo y que decepcionó en cierta manera. Sergio Saucedo abrió pronto el melón y decantó el encuentro con una acción individual donde sacó a relucir la poca contundencia y concentración de la zaga local. Dominaba de forma autoritaria Lafargeholcim, que tradujo su absoluta superioridad con una cabalgada de Sergio en la que se plantó ante el portero para definir con maestría.
Los visitantes, con el plus del tanto, dieron rienda suelta a su inspiración con transiciones rápidas y estuvieron listos para parar el partido cuando CLH amenazaba con desperezarse. Juan Pizarroso y Antonio López pudieron hacer más daño de haber estado más finos de cara a portería rival, primero Juan de cabeza a la salida de una falta lateral y, posteriormente, Antonio en un mano a mano.
La superioridad era tan aplastante que CLH parecía un muñeco de trapo en manos de un gigante Lafargeholcim que apenas sufrió en la duración total del choque. Fue de extrañar que se fuera solamente con un tanto de ventaja en el marcador al descanso ya que Raúl Hernández y Álvaro San José dispusieron de sendas ocasiones claras ante el portero. La falta de puntería de los visitantes y la impotencia de los locales hizo que el 0-1 no se moviera del luminoso.
Lafargeholcim encarriló todavía más el encuentro con un tempranero gol en la inauguración del segundo acto, obra de nuevo de Sergio Saucedo, que jugó a su antojo con la zaga rival. El medio ponía la guinda a su excepcional partido finalizando una contra lanzada por Antonio López. Pero ahí no acabaría su show. Con el partido en estado vegetativo, Lafargeholcim entregó el balón a CLH para vivir cobijado tras su doble ventaja en el tramo final del partido. Vivió tan tranquilo que incluso pudo hacer más daño a la contra.
Los locales solo crearon peligro por medio de Feliciano Abaga y su extrema punta de velocidad, con la que conseguía desestabilizar a la zaga rival, aunque no se mostró atinado con el gatillo. Como en una pachanga, los últimos 15 minutos del partido murieron en tierra de nadie, con CLH disfrutando del balón, pero de forma algo inocua, ya conscientes de que el partido estaba hecho. Este tramo final fue un reflejo claro del encuentro, ya que los locales no parecieron en ningún momento capaces de hacer frente a un conjunto que afrontó el duelo con una mejor actitud, tanto mental como futbolísticamente.