J3 – Capgemini Invent vs Cabot

Un tanto en el último suspiro del centrocampista evitó que un batallador Cabot se embolsara los tres puntos. Lució más Capgemini, que vio como Felipe Sánchez, Jonathan Fernández y Carlos Muñoz volteaban el doblete de Luis Herráiz.

El choque entre Capgemini y Cabot dejó patente que en las directrices del fútbol la justicia es algo un tanto superfluo. Brillaron el empaque y las hechuras corales de Capgemini, pero pesó más la pegada de Cabot, que a base de bravura y pundonor no solo igualó las sensaciones del choque, sino que consiguió voltear el marcador contra todo pronóstico, vista la segunda mitad. Por tanto, un vibrante partido y repleto de alternativas el que dejaron ambos con multitud de ingredientes en la ensaladera.

Si la etiqueta del partido invitaba a la diversión, con los colíderes del Grupo 6 del Torneo Apertura midiendo fuerzas, no defraudó en el contenido. La introducción la pintó de azul Capgemini, que arrancó con la sexta en una entrada arrolladora. Acogotó a Cabot con una presión antipática y le intimidó con un bombardeo para hacer saber que el duelo necesitaría un plus en brío por su parte. Tres tiros con peligro, dos de Luis Herraiz y otro de Javier Benítez fueron la tarjeta de los azulones, que llamaron a la puerta del gol con insistencia. A la cuarta la destrozó Luis Herráiz con una bomba inteligente.

Para fortuna de Cabot, Felipe Sánchez consiguió rebañar en segunda instancia un primer centro al área de Jonathan Fernández para agarrar a su equipo al alambre y mantenerse con vida en el partido. La entrada del ‘21’ del bloque verde encendió el fragor de su equipo y cambió el chip, liderando la insurrección. Cabot redujo distancias en las sensaciones, pero el fútbol de Capgemini seguía fluyendo con libertad.

Javier Benítez mandó fuera su cabezazo tras un centro de categoría de Pedro Mesas desde la banda. Posteriormente Giovanni Pettit se hizo gigante en el mano a mano ante el ‘7’ de los azules, cuyas transiciones les daban las riendas de un choque eléctrico. Cabot respondía a fogonazos. Pero el duelo pendía de un hilo. Justo conforme a la fisonomía de lo visto hasta el momento, Luis Herráiz mandaría el choque a vestuarios con 2-1. Él inició la jugada filtrando un pase de visión rayos x para Javier Benítez y aunque de nuevo Giovanni detuvo el disparo, a la segunda el 11 consiguió embolsarla con la colaboración del poste previo paso por la cara del arquero.

Hubo conjura de Cabot al descanso, que se reinició. Dobló la apuesta del arrojo e igualó por pundonor el duelo, que por momentos parecía realmente difícil ante el funcionamiento de reloj suizo de Capgemini. Álvaro Davis falló por dos veces la sentencia al partido, de nuevo ante un inmenso Giovanni. Entre él y Jonathan Fernández cosieron la remontada. Una gran cabalgada finalizada con un impoluto golpeo que alojó el balón en la esquina significó el 2-2. En medio de la efervescencia, Carlos Muñoz volteó la tortilla con el 2-3. La sublimación del estado de Cabot. También con Jonathan Fernández de por medio, sirviendo en bandeja de plata desde la banda para que el ‘55’ remachara y celebrara con rabia. Signo inequívoco de lo sufrido de la hazaña.

En medio de lo enorme de la igualdad, Luis Herráiz, que lideró el arreón final de su equipo, rozó el empate con un golpeo que arañó la escuadra. Lo conseguiría Pedro Mesas, saliendo al rescate de su equipo con un disparo de pillo pegado al palo corto de Giovanni Pettit, que no se lo esperaba, manchando su partido y quitando brillo al esfuerzo de su equipo.