J3 – BBVA U´BEAT vs ING Bank

Dos zarpazos del punta naranja, los goles de Miguel Caballero y un catenaccio de 40 minutos fueron suficientes para doblegar a BBVA Ubeat en el derbi bancario. El equipo azul acabó desquiciado por las ocasiones falladas y por la táctica conservadora de su rival.

El fútbol es un deporte impredecible donde para alcanzar la victoria muchas tácticas son correctas. La victoria es el objetivo y para conseguir tres puntos anoche las dos entidades financieras decidieron tomar caminos opuestos. BBVA se confió en su juego de toque, pero como sucediera en la jornada anterior entró al partido sin tensión y blando en defensa. Enfrente los naranjas hicieron un arranque lleno de tensión, garra y velocidad resultado de ello en once minutos coleccionaban tres goles en su haber en otras tantas llegadas. En el primer minuto el Rubén Panizo recortaba en el vértice del área y con un gran zurdazo superaba a Luis García. El rápido delantero repetiría apenas seis minutos más tarde al recibir un balón largo en una contra, driblar al portero y marcar a portería vacía. A punto estuvo de cerrar un hat trick, pero tras girarse en la frontal y lanzar otro zambombazo el portero consiguió repeler su tiro con la fortuna de que el balón caía en los pies de Miguel Caballero que marcaba a placer el tercero. Visto y no visto, tres goles y cuarenta minutos por delante.

BBVA Ubeat no daba crédito a lo que sucedía en el verde, los jugadores se conjuraron para revertir la situación y apoyados en la buena salida de balón desde atrás de Luis Martín y Justo González encerraron a su rival. Fueron minutos de incesante dominio, aunque estéril por la lentitud de las transiciones, por la aglomeración de jugadores naranjas defendiendo el resultado en campo propio, por el otro fútbol… porque como decíamos al principio para alcanzar la victoria hay muchos caminos y los visitantes tras golpear tres veces decidieron ralentizar el juego, abusar de las faltas tácticas y desquiciar a su rival con alguna que otra pérdida de tiempo.

No sería justo decir que ING Bank renunció a todo porque cada vez que salían a la contra a BBVA le temblaban las piernas, su velocidad y peligro personificados en Rubén Panizo les hacía un rival muy complicado para dar metros a sus espaldas. Los azules aun así acumularon ocasiones, pero a veces la falta de puntería y otras las buenas intervenciones de Diego Díaz a tiros de Luis Martín, Javier Vázquez y a una falta lejana de Vidal García hacían que su portería fuera impenetrable. A pesar de la colección de llegadas el gol estuvo más cerca de la otra portería cuando un despeje de Alberto Fraile era repelido por el larguero.

Tras el paso por vestuarios y templar los ánimos de un partido que se estaba poniendo cada vez más árido y con continuas interrupciones, BBVA Ubeat desplegó una nueva ofensiva basada en la calidad en banda de Javier Vázquez y la movilidad arriba de Fernando Gómez. Ayer más que nunca el equipo echó en falta los disparos a media distancia de Vidal García que abusaba del pase horizontal en vez de probar su potente disparo. Pudo aún así recortar distancias el conjunto local en un centro lateral de Fernando Gómez que salvó en la línea de gol el meta. ING Bank aguantaba con 5 atrás y Rubén sólo en una isla en la ofensiva. Una falta provocada por el ariete a punto estuvo de ampliar la ventaja visitante, pero el magnífico disparo de Miguel Bonilla era escupido por la cruceta derecha de la meta de Luis García.

Marcaba por fin en un ataque por banda izquierda Javier Vázquez para BBVA Ubeat, los azules confiaban en la remontada ahora que habían abierto la lata, pero al minuto siguiente un balón controlado en el vértice del área por Miguel Caballero le permitía zafarse de dos defensores y batir por debajo de las piernas al meta local. Fue un duro y definitivo golpe para BBVA Ubeat que veía como ayer no era su noche. Aún así espoleados por la expulsión de un jugador visitante Ubeat se volcó a la desesperada consiguiendo un gol en los minutos finales gracias a un centro desde la derecha que Fernando Gómez acertaba a desviar hacia la portería. Pero el tanto llegaba demasiado tarde el arte de dormir el partido durante 36 minutos fue pan comido en los cuatro finales para un ING Bank que amarró así la victoria y el liderato provisional del grupo 18.