Alfa Microgés vs Zenith

Con las ideas claras y un juego combinativo de alta escuela, los tecnológicos superaron por 7-3 al conjunto negrota. El encuentro quedó prácticamente sentenciado con el 6-0 al que llegamos al descanso donde destacó la figura de Javier Barral con un hat-trick y dos asistencias. El delantero recibió, en los prolegómenos del encuentro, el balón de oro como mejor jugador de 2019.

El partido a pesar del resultado final comenzó con susto para los locales en un comienzo frío como la noche, Alfa perdió un balón en terreno prohibido, Antonio Arizón se plantó solo ante el meta local, pero su disparo fue bien repelido por Antonio Romero en una buena estirada. Zenith sabía que iba a tener pocas y de haberse adelantado sin duda hubiera dado mayor guerra a su rival conociendo su buen repliegue con el marcador a favor. Pero, la ocasión errada sirvió para despertar a su rival que al toque de corneta desde el eje de la zaga de Mario Abad empezó a encerrar a los publicistas y a acumular llegadas peligrosas. A los cinco minutos de partido y tras dos buenas intervenciones de Jorge Vázquez, Javier Barral conseguía batirle con un disparo ajustado desde la frontal y adelantar a los blancos.

Zenith no cambió su plan de ruta y continuó agazapado tratando de contener el ímpetu de su rival. Lo consiguió durante siete minutos, lo que tardó Miguel Ángel Abad en filtrar un magnífico balón a la espalda de la defensa para que Barral sólo tuviera que empujarla. El tanto rompió la estrategia de los visitantes que con dos goles en contra dudaban si salir de la cueva o esconderse. En la duda Alfa Microges asestó dos golpes seguidos y definitivos al partido. Primero Víctor Jaraba remataba libre en el segundo palo una asistencia de Barral tras una buena combinación por el centro de un Jaime Lara que se había hecho el dueño del encuentro. Apenas un minuto después, Javier Barral conseguía su hat-trick tras una pérdida inocente de la defensa de Zenith en su área y asistencia de Miguel Ángel Abad. El tanto mató el partido, pero nos devolvió al Zenith de siempre, los publicistas se liberaron del corsé que se autoimpusieron por el temor al potencial de su rival y volvieron a jugar como habitualmente. Arizón, Nico Rodríguez y José Andrés Martín aparecían para discutir el dominio a los locales. Jorge Campoamor tenía la ocasión de recortar distancias, pero su acrobático remate era abortado por la estirada de Romero y la ayuda del palo derecho de la portería.

Una vez más como si de un “deja vu” se tratase, Alfa golpeó en la siguiente jugada, una internada de Barral por la izquierda era finalizada por Jorge Hurtado en boca de gol. Como es norma de la casa, Alfa golpeaba dos veces y anotaba el sexto gracias a un tiro lejano de Mario Abad.

El segundo periodo fue totalmente accesorio, Alfa bajó dos cambios y Zenith aprovechó para disfrutar del juego y tratar de tu a tu a su rival. José Andrés Martín probó a Mario Abad en su nuevo rol de guardameta, pero éste respondía con una gran estirada. La respuesta de Alfa no se tardó en producir y Antonio Romero hacía emplearse a fondo a Jorge Vázquez. El portero, sacaba dos balones más a Barral en los minutos siguientes demostrando su gen competitivo. Zenith consiguió el premio a su atrevimiento y anotaba su primer tanto gracias a Jorge Campoamor que escorado remataba al palo contrario tras una buena asistencia de José Andrés Martín. Con el partido roto por lo abultado del resultado los delanteros aprovecharon los huecos en defensa y en una contra bien llevada por la izquierda Antonio Romero anotaba para Alfa, el séptimo, libre de marca en la banda contraria.

Con diez minutos por jugarse Alfa buscó algún tanto más, pero las grandes intervenciones de Vázquez y el individualismo le privó de aumentar la renta. Zenith por su parte siguió buscando la portería de Abad y logró perforarla en dos ocasiones más. Primero Nicolás Rodríguez marcaba un gol “fantasma” tras escaparse el balón de las manos del guardameta en su lanzamiento de falta y ya en el último minuto Antonio Arizón establecía el 7 a 3 definitivo con un lanzamiento seco y raso desde lejos que se colaba junto al palo derecho de la meta de Mario Abad.