Air Nostrum vs Copernicus

Los blancos se cuelan en semifinales en un duro partido ante un Air Nostrum en el que Mateo Pavón tuvo tres minutos estelares que no fueron suficientes

Los dos equipos estaban extremadamente motivados. Se notaba desde el calentamiento. Las caras de los jugadores así lo presagiaban. Y el partido fue un reflejo de eso que se percibía en la previa. Tuvo emoción e intensidad desde el principio, y Gabriel de la Cruz fue el que más brilló. Primero avisó con un disparo que golpeó en la cruceta. Remate sutil y con rosca que no entró por muy poco. No obstante, Gabriel tuvo una segunda ocasión que no desperdició esta vez. Recorte precioso al defensa y remate raso. Air Nostrum se ponía por delante con un fantástico Gabriel, que no paraba de generar peligro cada vez que el balón caía en sus botas.

Copernicus estaba siendo mejor a pesar de este gol encajado. Estaban mejor plantados sobre el terreno de juego y tuvieron más posesión que el cuadro local. Sin embargo, la falta de acierto y las intervenciones del guardameta local, evitaron que el elenco blanco pudiera igualar el marcador. Todo iba bien para el cuadro negro. El árbitro estaba ya con el silbato en la boca para dictaminar el tiempo de descanso. Era un buen resultado teniendo en cuenta lo visto sobre el terreno de juego. Pero la jugada final tenía que terminar. Y lo hizo de la peor manera para Air Nostrum. Pedro de la Peña remató de primeras un centro desde el costado derecho para batir con potencia al arquero. Gol que dejaba las cosas tal y como empezó, con empate.

Todo estaba abierto para la segunda parte. Y los locales salieron algo tocados por ese ‘gol psicológico’ encajado al filo del descanso. Ángel Salinas se aprovechó de esta situación con un auténtico golazo. Latigazo con la pierna derecha que se coló por la esquina (pegada al palo). Un tanto maravilloso que ponía al conjunto visitante por delante.

Este gol supuso un punto de inflexión en Air Nostrum. A partir de ahí, subieron la intensidad del choque. Quizás demasiado. En cualquier caso, contaban con un protagonista inesperado. Ese fue Mateo Pavón. No había aparecido demasiado durante el encuentro. Aunque es lo que tienen los grandes jugadores. Puede que no intervengan en exceso, pero siempre terminan siendo determinantes. Primero recibió un balón en el segundo palo, donde se encontraba completamente solo. Controló el esférico con el pecho y enganchó una volea a quemarropa con la que batió a Ignacio Vázquez. Pero es que solo un minuto después, hizo una jugada individual por el flanco derecho para terminar marcando con una definición exquisita. Dos goles en un minuto y remontada. La euforia en Air Nostrum era inmensa.

Después de haber logrado dar la vuelta al marcador, los locales jugaron su partido. Cortaron jugadas con las famosas ‘faltas tácticas’ y perdieron algo de tiempo. Esto enfadó a algunos jugadores de Copernicus. El partido echaba humo. Quedaba cinco minutos para el final y había en juego un puesto en semifinales. Sin embargo, el elenco negro pecó de debilidad defensiva, y Carlos Ruiz marcó de cabeza el empate a tres en una jugada a balón parado.

Final del partido y todo se decidiría en la tanda de penaltis. El colofón perfecto para el gran encuentro futbolístico que habíamos presenciado en el campo de El Recuerdo. Los penaltis fueron injustos con las dos estrellas de Air Nostrum: con Gabriel y con Mateo. Pasaron de héroes a verdugos. Fallaron sus lanzamientos y las posibilidades de jugar la semifinal se esfumaron por completo para los locales. Copernicus no falló desde el punto fatídico y jugará las semifinales.